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Quién de entre los nominados e invitados, de entre las actrices e influencers, lucirá un diseño con sello vallisoletano en cada costura es un misterio guardado a buen recaudo y lo seguirá siendo «hasta el momento de pisar la alfombra». El secreto mejor guardado de ... los Goya —con permiso de los académicos que ya saben quien se alzará con cada una de las estatuillas— es custodiado en los ateliers entre encargos de última hora, retoques finales y un sinfín de nervios. «Un atelier es como un psicólogo. Siempre estamos guardando secretos», confiesa Ainhoa Salcedo, ganadora del premio a 'Mejor Empresa de Moda Novel' en la Pasarela de la Moda de Castilla y León en 2018. Baro Lucas, el diseñador afincado en Tordesillas con proyección nacional en muchas alfombras roja, asegura que «estas semana previas a los Goya están siendo de mucha carga de trabajo».
Guardar el secreto de quién va a lucir tu diseño hasta el momento en el que pisa la alfombra roja no es tarea sencilla. Ainhoa Salcedo, que tiene su atelier en la calle Rondilla Sta. Teresa, 7 de la capital vallisoletana, revela: «Mi madre no sabe a quién voy a vestir en los Goya. Porque si lo sabe alguien, por mucha confianza que haya, es correr el peligro de que se sepa». Por su parte, Baro Lucas, se muestra mucho más enigmático y prefiere «no decir mucho»: «Yo prefiero guardar el secreto hasta que salga a la luz y también por ellas. Al final durante este proceso somos un equipo».
«El primer contacto casi siempre lo realizan la estilistas de las actrices o personalidades famosas», explica Baro Lucas, quien añade: «Después de ese primer contacto llegan las reuniones personales de cara a dar forma a los diseños. Hay algunas que vienen aquí a la tienda y otras con las que nos vemos en Madrid». La celebración de los Goya en Valladolid supone algo añadido a la planificación anual del joven diseñador y su atelier, ubicado en la calle Sta. María 17 de Tordesillas: «Tengo muchísimos pedidos. Y estamos nerviosos con todo el tema de los Goya porque es una gran ilusión que se celebren en nuestra ciudad. Tenemos encargos de última hora y mucha carga de trabajo. Entre medias estamos preparando colección para este año».
Algo similar experimenta, durante estas semanas, Ainhoa Salcedo: «De repente te encuentras con que estas vendiendo vestidos de novias para verano y las madrinas para esas bodas, a la vez preparando la pasarela de Madrid y vistiendo los Goya en Valladolid con encargos para dos semanas». La diseñadora, que maneja un imperio de vestidos de novia todos los años, afirma que «hay tejidos que, de normal, tardan un mes en llegar y que he tenido que desplazarme yo misma en coche para ir a la fábrica a por ellos y poder tenerlos en el taller». «Aunque tenga equipo, quien diseña los trajes soy yo», puntualiza Salcedo, que vestirá a «unas siete personas que acuden a la gala».
Para Salcedo el contacto con las actrices ha sido algo más complicado. «Han pasado muchas personas por la tienda que nos han dicho que venían a ver que había porque la personas no podía acudir de manera directa. Entonces no sabes muy bien quien está interesado porque el contacto es complicado. A muchas de las actrices, las más potentes, es muy complicado llegar a comunicarse con ellas directamente. Les escribo a través de redes y a través de los representantes por correo electrónico. También he escrito a varias actrices con las que he trabajado anteriormente», señala la diseñadora.
Entre los sueños de ambos diseñadores vallisoletanos se encuentra la posibilidad de que uno de sus diseños pueda pisar el escenario de la gala y recoger uno de los 24 cabezones —en categoría nacional— que se reparte en cada gala. «Sería lo ideal, me haría mucha ilusión y supondría un empuje al trabajo», apunta Lucas. «Es el sueño de cualquiera. Es una publicidad inmensa si te nombran y un orgullo conseguir que alguno de tus diseños pise la alfombra roja porque no todo el mundo hace photocall. Que tu diseño esté en una de las tres primeras filas de la gala también es importante porque siempre se ve en la televisión. Y si ya consigue subir al escenario o esté nominada es brutal», resalta Salcedo.
En un evento de tal calibre las tendencias se cuentan por decenas y lo más importante es «destacar y llamar la atención por encima del resto». Ainhoa Salcedo, diseñadora vallisoletana con raíces en Zamora, apuesta por «rojo, negro y dorado aunque esta temporada el color lila, malva y frambuesa está siendo muy demandado». Asimismo, apunta: «El rojo y el negro sientan bien a todo el mundo y el dorado es más complicado que le encaje a cualquiera. Hay siempre básicos que no defraudan como la apuesta por un vestido mikado. Este año la tendencia es transparencias, que se vea la ropa interior y la desnudez, eso siempre llama la atención».
Baro Lucas, el diseñador tordesillano, se atreve a decir que las tendencias para estos premios Goya 2024 pasarán por «vestidos vaporosos, minimalistas y algo neutro. Y los escotes son muy importante, a todas les gusta llevar las clavículas al aire». Ellos también comienzan a arriesgar en las alfombras rojas: «Los hombres se están dejando ver más con colores, con joyas, con brillos y con lentejuelas», finaliza Salcedo.
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