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La temporada ACB ha supuesto una auténtica montaña rusa para el Zunder Palencia hasta el momento. El cuadro morado arrancó el curso con ilusión y muchas ganas de vivir su primera experiencia en la máxima categoría nacional, aunque los resultados deportivos fueron haciendo mella en ... dicha ilusión. Algunas de las decisiones sobre los fichajes no terminaron de ser acertadas, lo que supuso movimientos importantes dentro de la plantilla desde prácticamente el arranque de la campaña. La problemática recayó sobre todo en las fichas extracomunitarias, donde el Zunder Palencia no lograba dar con la tecla.
Además, un primer balance de 1-12 supuso una losa demasiado grande para el técnico, Marco Justo, quien tras siete derrotas consecutivas fue destituido. Alberto Padilla fue el encargado de dirigir al equipo ante Baskonia en una atípica jornada entre semana y Luis Guil llegó al día siguiente para hacerse cargo del conjunto palentino. Tras más movimientos en el mercado y un importante lavado de cara, elequipo palentino vive su mejor momento del año con un balance de 3-5 con el técnico sevillano y cree más que nunca en la salvación tras situarse a tan solo dos victorias del objetivo.
Un largo e intenso verano en Palencia condujo a la construcción de la plantilla y el cuerpo técnico para el debut en la ACB. Marco Justo llegó con mucha ilusión después de haber estado diez años como técnico asistente en el Lenovo Tenerife para afrontar su primera aventura en Liga Endesa como primer entrenador. Una plantilla joven y con mucha proyección fue la gran apuesta del club, con el claro mensaje de «ganar el máximo número de partidos posibles».
Todo se torció desde el principio de la pretemporada con la grave lesión de Iván Cruz. El ala-pívot madrileño sufría una rotura del ligamento cruzado anterior, factor que condicionaba toda la planificación del Zunder Palencia en cuanto a los cupos nacionales. Con la pretemporada iniciada y pocas opciones en el mercado, el cuadro morado decidió apostar por un joven talento de Baskonia como Ousmane N'Diaye, que llegó en calidad de cedido para completar una plantilla conformada por Agustín Ubal, Van der Vuurst, Brandon Brown, Chumi Ortega, Vítor Benite, Manu Rodríguez, Franke, Kamba, Leissner, Chema González, Pasecniks y Haarms.
El primer encuentro para el Zunder Palencia fue ante Obradoiro a domicilio y se saldó con derrota por 84-64. El conjunto palentino debutó en el Pabellón Municipal ante el FC Barcelona en un duelo histórico que se terminó llevando el rival azulgrana en la prórroga tras un desenlace de infarto. Las cinco primeras derrotas y el mal inicio individual de Tanner Leissner le costaron el puesto al ala-pívot norteamericano, que estuvo convocado en la primera victoria histórica palentina en la ACB ante Breogán, pero no disputó un solo minuto. El Zunder Palencia fichó entonces a Greg Whittington y, poco más tarde, rescindió el contrato de Leissner. El triunfo ante los lucenses no supuso un cambio para los palentinos, sino que derivaron en su peor momento del curso con siete derrotas consecutivas y muy malas sensaciones en la pista. El equipo dejó de competir durante todos los partidos y tras una dura derrota en Granada por 109-85, el club tomó la decisión de destituir a Marco Justo.
El encargado de dirigir el encuentro ante el Baskonia fue el palentino Alberto Padilla, choque en el que las sensaciones del equipo fueron muy buenas pese a la derrota. La llegada de Luis Guil se produjo al día siguiente, apuesta clara del Zunder Palencia para tratar de conseguir algo que parecía imposible, la permanencia en la ACB.
El fichaje de Guil vino acompañado de más movimientos en el mercado, tanto salidas como llegadas. El conjunto morado perdió ante el Zaragoza en el debut del técnico sevillano y, tras ese encuentro, salió Brandon Brown del equipo. El Zunder fue capaz de ganar al Bilbao Basket la semana siguiente y, tras su segundo triunfo del curso, incorporó a Isaiah Piñeiro y después de perder ante el Unicaja, a Conner Frankamp.
El número de efectivos ascendió a trece y Guil realizó un descarte para visitar al Girona. El elegido fue Whittington, que fue cortado a los pocos días de la primera victoria del Zunder Palencia a domicilio. La plantilla no sufrió más modificaciones en estos últimos cuatro partidos antes del parón y consiguió un nuevo triunfo ante el Gran Canaria antes de la Copa del Rey y las Ventanas FIBA. El equipo palentino aprovechó esta pausa en el calendario para firmar a Jaylen Hands, movimiento que ha generado la salida de Yannick Franke. Luis Guil dispondrá de doce efectivos para encarar esta última docena de encuentros, a la espera de poder recuperar a los lesionados y conseguir la permanencia.
El Zunder Palencia no ha dado el mercado por cerrado en ningún momento, dejando siempre la puerta abierta a cualquier opción que pudiese mejorar la plantilla y no condicionase la estabilidad económica del club. Con las doce fichas actuales más los dos lesionados, ahora sí parece que el vestuario será inamovible de cara a este tramo final de la temporada. La llegada de Jaylen Handsha supuesto un intercambio de cromos, pieza por pieza con Franke, por lo que Luis Guil no tendrá que realizar descartes por el momento.
La única incógnita que resta por resolver es la recuperación de N'Diaye. El ala-pívot senegalés pasó por quirófano antes del parón y debería sumarse al grupo en las próximas semanas. Un activo muy importante para el conjunto palentino al ocupar cupo nacional, lo que aportaría más flexibilidad y una rotación más profunda al equipo.
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