Zara se despide de Palencia después de 40 años

Hace casi cinco años, el buque insignia del grupo de Amancio Ortega tambaleó en Palencia. Pero la firma desterró la idea inicial del cierre –planteado inicialmente por aspectos económicos relacionados con el alquiler– por la fuerte presión social (las trabajadoras lograron casi 5.000 firmas de apoyo), del resto del comercio y también institucional. Además, al compromiso de continuar en Palencia en el mismo enclave, Inditex decidió renovar el local completamente a finales de 2016.

Ahora, no ha podido ser. El buque insignia de Amancio Ortega no ha atendido a lamentos ni quejas. La razón no es una caída de ingresos en la tienda física por el aumento de las ventas por Internet, sino el proceso de transformación digital a nivel nacional de Inditex, en el que la tienda de Palencia está en el final «de su vida útil», según la empresa, ya que es una de las que consideran pequeña y que tiene otros centros de Inditex cerca. Y considera que entre los clientes que se desplacen a Valladolid o Burgos y los que compren 'on-line', no caerán las ventas. Este plan a nivel nacional absorberá entre el 16% y el 19%, es decir más de 300 tiendas en este año.

Inditex y los sindicatos llegaron incluso a un acuerdo para reubicar a las 23 trabajadoras –todas indefinidas y casi la mitad de ellas con jornada reducida por maternidad– que conforman la plantilla de Zara en Palencia en otra tienda del grupo de la ciudad (Oysho, Stradivarius o Lefties) o en las más cercanas, manteniendo su antigüedad y su reducción de jornada, en caso de tenerla. Las trabajadoras, que hasta el 20 de febrero (fecha inicialmente prevista para el cierre, pero que se ha adelantado casi un mes) seguirán siendo empleadas de la tienda, barajan a título individual lo que les conviene. Algunas de ellas optarán también por el cese, por lo que recibirán un indemnización neta (equivalente a la establecida por despido improcedente) y posibles primas.