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Mercadillo y paella solidaria, junto con la salida de la carrera en el parque del Salón. MARTA MORAS

A zancadas en Palencia para mejorar un colegio de Honduras

El colegio Modesto Lafuente organiza una carrera y un mercadillo solidarios en el Salón con alumnos del Ramón Carande, Pan y Guindas y Carrechiquilla

Jueves, 23 de junio 2022, 07:04

Cintas rojas y blancas delimitaban el recorrido por el interior del parque y un gran arco rojo marcaba la meta, la que todos querían cruzar en primera posición para ser los campeones. No había más premio que la solidaridad con Honduras, la paella de la ... comida y disfrutar de la jornada de convivencia con compañeros del Modesto Lafuente y también con alumnos del Ramón Carande, Pan y Guindas y Carrechiquilla. Este miércoles se celebró la quinta edición de la Carrera Solidaria del colegio Modesto Lafuente y se llenó de alegría, de compañerismo y de justicia social todo el parque del Salón –justo enfrente del colegio– y alrededores.

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Todo el dinero recaudado, que llegó a los 3.000 euros, tenía un objetivo marcado: Copán. La ONG palentina Solidaridad Globalizada va a utilizar toda esta solidaridad para realizar unas obras de mejora en un colegio de este departamento hondureño. Una cifra de la que puede sacar pecho todo el centro, profesores, alumnos y familias, compuesto por 150 estudiantes.

«¡Corre, corre, que ganas!», decía una niña a su amigo, que no paraba de mirar hacia atrás mientras se acercaba a la meta. Las clases bajaban por turnos desde el centro para disfrutar de su carrera, mientras el resto de estudiantes animaba desde los bancos del salón, tan usados por mayores por las tardes para conversar y descansar, y que este miércoles en la jornada de mañana se convirtieron en gradas improvisadas.

«Esta carrera es un día en el que participa todo el mundo, pero durante todo el curso trabajamos la cooperación y el desarrollo sostenible como un hilo conductor. Y hacer esta jornada es muy bonito y los niños lo disfrutan muchísimo», afirmaba Irene Palomino, directora del colegio Modesto Lafuente.

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Elio Moro, de Solidaridad Globalizada, deambulaba entre el mercadillo y la carrera. Recién llegado de Honduras, donde había pasado los últimos cuatro meses, disfrutaba con los más pequeños y con este acto tan generoso. «Actuamos en una zona muy concreta de Honduras que es Copán. La mayoría de los proyectos son educativos, de escuelas... Trabajamos sobre todo en educación y también en otro sector marginal de la población, que son los ancianos», afirmaba Moro, que había realizado unas jornadas solidarias en las clases para explicar a los niños cómo iban a ayudar en Honduras con el dinero que se recaudase.

El mercadillo, una de las principales atracciones de la jornada, atrajo a grandes y a pequeños, que se detenían para observar los colores llamativos de todos los objetos hechos a mano como los marcapáginas, los llaveros o las marionetas. Lo primero que se agotó fueron las pulseras, los tres en raya y los silbatos. Nadie quería quedarse sin ellos.

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