La Yutera completa las 30 plazas del máster en igualdad

El perfil de los alumnos seleccionados para este máster oficial es el de graduados en titulaciones preferentemente de las ciencias sociales y jurídicas, aunque también hay alumnos de otras disciplinas como ingeniería o ciencias ambientales. Se ha priorizado que tuviesen algún tipo de estudio en igualdad de género e interés por esta área.

«Es un reto cumplido, es un orgullo para todos los que formamos la Universidad de Valladolid. Debemos felicitarnos por tenerlo y por haberlo podido sacar adelante. Poder ofrecer unos estudios de género es muy importante para toda la comunidad universitaria», manifestó Amalia Rodríguez, vicerrectora del campus de la Yutera.

En la inauguración participaron tanto la activista afgana Massouda Kohistani como la ilustradora Verónica Perales. Ambas expusieron la necesidad de los estudios de género y la importancia que tiene afrontar la igualdad desde una formación reglada como la que se ofrece e imparte en La Yutera.

Este máster forma parte de la cátedra de Estudios de género, que lleva desde el año 2000 impartiendo formación de posgrado. Su directora, Fátima Cruz, explica que «es un orgullo y un reto porque nos ha costado mucho sacarlo adelante, pero es muy gratificante también porque tanto el nivel tanto del profesorado como del alumnado es muy alto».

Respecto a Massouda Kohistani, que tuvo que huir de su país tras la llegada de los talibanes en verano de 2021 y desde entonces reside en Salamanca con el estatus de refugiada gracias al respaldo de la organización Cepaim (Fundación sin ánimo de lucro de Acción Integral con Migrantes), la directora del máster, Fátima Cruz, Fátima Cruz señaló que «la experiencia de otras mujeres en la diversidad de género es fundamental. Es un tema muy importante. Los derechos de las mujeres no están conquistados y puede haber retrocesos. En Afganistán estos han sido gigantescos e inimaginables. Hay que pensar que los derechos y conquistas de las mujeres no son algo consolidado y que es fácil retroceder si hay un contexto que así lo permite o lo fomenta».

Cuando el 15 de agosto del 2021 los talibanes tomaron el poder en Afganistán, y con ello el control sobre los derechos humanos de todos los afganos, la realidad de las mujeres cambió de forma radical ya que, hasta entonces, las mujeres y niñas afganas podrían realizar todo tipo de actividades como ir a la escuela, trabajar u ocupar cargos políticos. Desde entonces su vida no ha vuelto a ser la misma.

La persecución a las niñas y mujeres ha limitado su derecho a la libertad de movimiento, libertad de expresión y asociación e incluso de vestimenta, una situación que Massouda Kohistani se encarga de denunciar.