«El resultado del juicio en primera instancia, a falta de una sentencia firme, nos deja un sabor agridulce. Por un lado, celebramos que se ha previsto condena para el autor del disparo, y que si se mantiene, será la mayor condena por matar a ... un oso en Castilla y León hasta la fecha. Sin embargo, teniendo en cuenta que el delito se cometió en un espacio natural protegido, lo que es un agravante, que se trata de una hembra de una especie protegida catalogada en peligro de extinción, y que además tenía una cría, consideramos que la pena es demasiado baja y también nos parece insuficiente la cantidad que tendrá que pagar el culpable por responsabilidad civil y que se ha rebajado, por la negligencia de la Junta de Castilla y León», afirma Laura Moreno, responsable del programa de especies de WWF, el Fondo Mundial para la Naturaleza (en inglés World Wide Fund for Nature), en un comunicado difundido hoy.
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«Tenemos que dar más valor a nuestra biodiversidad si queremos protegerla de forma efectiva, y para ello, es fundamental elevar las penas para conseguir disuadir a los que cometen estos delitos y actualizar los baremos económicos por la muerte de especies protegidas. Pedimos a las administraciones que no permitan cacerías de jabalí en zonas oseras sensibles, ya que no es la primera vez que ocurre un suceso tan lamentable como este, que se podría haber evitado», concluye Laura Moreno.
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