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Que las relaciones entre la dirección provincial de Vox y su grupo de concejales en el Ayuntamiento de Palencia eran tensas no es un secreto ... para nadie. Los 'trapos sucios' de este enfrentamiento político no se lavan precisamente en casa, sino que se airean alegremente en conversaciones particulares, mensajes telefónicos sin filtro alguno y, en estos tiempos que corren, en publicaciones abiertas en las diferentes redes sociales.
La batalla es de dominio público y también lo son sus consecuencias. Este enfrentamiento interno tuvo como primer gran titular de impacto el anuncio a principios de febrero de que Vox suspendía de militancia temporalmente a su portavoz en el Ayuntamiento de Palencia, Sonia Lalanda, por un periodo de seis meses. La edil ha agotado todos los recursos hasta llegar a un procedimiento de alzada ante el Comité Ejecutivo Nacional, que finalmente le ha comunicado la confirmación de la sanción esta misma semana, con lo que oficialmente Sonia Lalanda seguirá suspendida de militancia durante seis meses.
Sin embargo, esta decisión no le aparta de su condición de portavoz de esta formación política en el Consistorio capitalino, puesto que, según la normativa, solo se puede expulsar a un concejal de un grupo político, si lo hace su propio grupo o si se le expulsa de forma definitiva del partido, algo que no ha ocurrido, puesto que la sanción que ha recibido Sonia Lalanda es de suspensión de la militancia solo por seis meses.
Pero el enfrentamiento entre la portavoz municipal y la dirección de su partido no se ha cerrado con este expediente, sino que se agudiza a medida que pasa el tiempo. Lalanda forma parte del colectivo de cargos y excargos de Vox muy críticos con la dirección nacional y la deriva actual del partido y que exigen una refundación basada en los principios originales. En este sentido, Sonia Lalanda ha sido una de las impulsoras del movimiento y rostro visible de la oposición interna a Abascal en toda España.
Además, la portavoz municipal mantiene una tensa relación con el procurador palentino en las Cortes regionales y actual portavoz autonómico, David Hierro, al que califica abiertamente de «comisario político». Asimismo critica a otros responsables del partido en Palencia, como el presidente provincial, Matías Nieto, y la secretaria general, Natalia García, de haber sido colocados por David Hierro en las Cortes, calificándoles de «adláteres» y «amiguetes para llegar al cupo».
Con este contexto de enfrentamiento, el Comité Ejecutivo Provincial de Vox ha abierto un segundo expediente sancionador contra Sonia Lalanda, por sus continuos ataques a la dirección del partido, tanto a nivel nacional como provincial. Asimismo, sostienen que se aleja de las directrices del partido. Este nuevo procedimiento se sumaría al ya cerrado en firme con la sanción de suspensión de militancia por seis meses. Lalanda insiste en que en ningún momento se ha alejado de los postulados fundacionales del partido y recalca también que como grupo municipal no han recibido nunca directrices de actuación, «porque hasta ahora la dirección provincial no se ha interesado nunca por nada de lo que hacemos en el Ayuntamiento. Solo han puesto palos en las ruedas». La edil insiste también en que en su lucha por la refundación del partido no se encuentra sola, sino que hay una amplia corriente en todas las provincias españolas, que piden un cambio en la dirección nacional.
La propia Lalanda en una dura publicación de 'Facebook' reconoce que el partido intenta expulsarla, aunque, según asegura no lo han conseguido hasta ahora «porque son bastante torpes». También indica que no le preocupa lo más mínimo, y que «si permanezco en Vox en este momento es por el último intento que estamos haciendo muchos cientos de compañeros en toda España (concejales, exconcejales, exdiputados nacionales, cargos y excargos orgánicos, afiliados y simpatizantes) para que Vox vuelva a ser el proyecto liberal conservador de su Manifiesto Fundacional. Estamos pidiendo la refundación del partido. Ni más ni menos».
Por otra parte, en la guerra de Vox contra el grupo municipal en el Ayuntamiento se ha abierto un nuevo frente, con la incoación de un expediente sancionador contra el otro concejal, Emilio Polo, que siempre se ha mostrado partidario de los posicionamientos de Sonia Lalanda. El Comité Ejecutivo Provincial argumenta que Polo se ha enfrentado a la dirección nacional del partido, ya que asistió a un acto público en Madrid, en donde se firmó la llamada 'Declaración de Barajas', en la que la corriente crítica solicita la refundación del partido.
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