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La ciudad de Melbourne vuelve a parecer fantasma. EL NORTE
Coronavirus en Palencia: «Volver al confinamiento es como una derrota»

«Volver al confinamiento es como una derrota»

Melbourne ·

La palentina Vanessa Fernández, que reside en la ciudad australiana, tendrá que volver a estar sin salir de casa, salvo para lo esencial, seis semanas más

Lunes, 13 de julio 2020, 07:55

No le dio tiempo a mucho en las tres semanas que le duró la libertad. A ir al zoo, a comer a casa de amigos y a salir algún día de restaurante, que hacía meses que no iba. Pero poco más. Y desde la noche del 9 de julio oficialmente se ha vuelto al confinamiento en toda la ciudad, en todo Melbourne, donde viven más de cinco millones de habitantes. Seis semanas directamente. Ni una, ni dos. Seis. Más de un mes encerrados, con las mismas medidas restrictivas que antes, que la primera vez.

«Sientes que ha sido como una derrota, que ha sido como un esprint los últimos tres meses que no hacíamos nada y cuando se podía volver a hacer cosas ya, todo para atrás de nuevo. Sientes que no has avanzado nada», reconoce la palentina Vanessa Fernández, que vive con su pareja en Melbourne desde septiembre del año pasado y que trabaja en Method Studies en cine de animación y real.

Las medidas que se han vuelto a implantar son las mismas que hace unos meses, muy similares a las que hubo en España. «Solo se puede salir a hacer ejercicio a los parques más cercanos a tu casa, dos personas máximo. Solo se puede salir para hacer compras esenciales y los restaurantes solo abren para comida para llevar. El trabajo, desde casa si se puede, y los funerales y las bodas, de nuevo reducidos a cinco personas. Y prohibido, otra vez, hacer visitas a otras casas», señala Vanessa con pesar.

«He visto cerrar ya tres bares en mi calle en lo que llevamos de pandemia, así que con esto de nuevo tendrán que hacerlo más»

Su día a día vuelve a ser el teletrabajo y el paseo por la tarde, poco más. «Tengo una rutina muy sencilla. Me levanto y teletrabajo, cuando acabo la jornada salimos a dar un paseo por el parque. Y después a casa, cenar y ya poco más», explica. Cuando termina su trabajo diario y logra apagar el ordenador –después de haber comido entre medias–, ya es de noche en las calles de Melbourne. «En esta época a las cinco y algo ya está anocheciendo», añade la palentina.

El teletrabajo en su empresa, en Method Studies, estaba programado hasta septiembre, aunque después de esto muy probablemente sea octubre o más. «Estamos en horas bajas porque no hay presentaciones. Las empresas se están guardando las películas para estrenarlas en el cine y por ende los trabajos están siendo retrasados. Muchos de los proyectos nuevos que están llegando es para llevarlos a cabo el año que viene, ya en 2021. Así que lo poco que tenemos, los clientes no quieren aún llegar a su fin», señala.

La palentina Vanessa Fernández vuelve a estar confinada en la ciudad australiana. EL NORTE

Un nuevo confinamiento es otro varapalo para la economía de Melbourne. «En mi calle he visto cerrar ya tres o cuatro bares en lo que llevamos de pandemia y ahora otros tantos tendrán que hacerlo porque no podrán aguantar esto de nuevo», admite Vanessa. «Para los autónomos es otro palo muy gordo», agrega la palentina.

Los rebrotes de la pandemia de la covid-19 comenzaron en unas zonas concretas de Melbourne, que fueron confinadas rápidamente. «La mayor parte de los casos han venido de fuera, en aviones, de gente que regresaba a su casa. Estaban controlados porque fueron en vecindarios muy específicos y decidieron cerrar primero esos vecindarios, pero parece ser que se les ha ido de las manos y han decidido cerrar toda la ciudad», argumenta.

Menos vuelos

Después del rebrote, se han reducido los vuelos internacionales para que retornen los que son de allí o salgan los extranjeros –a los que posteriormente no dejan volver–. «Yo, si me voy ahora mismo del país, no me dejan entrar porque no soy residente australiana. Tengo una visa temporal pero, al abandonar el país, no me dejarían regresar. Ahora mismo tengo trabajo y no me puedo ir», señala Vanessa, que cree que no podrá regresar a España, a pasar las fiestas de Navidad con su familia. «Ya han anunciado que los vuelos internacionales de ida y vuelta van a estar prohibidos hasta 2021, así que, por desgracia, creo que van a ser otras Navidades fuera de casa», afirma.

«Los alquileres también han bajado de precio. Se nota que están más baratos porque se está yendo todo el mundo y como si te vas ya no puedes volver, a no ser que seas residente, pues hay menos demanda», explica.

El uso de la mascarilla aún no es obligatorio en Melbourne. «El gobierno se está planteando ponerlas obligatorias y repartirlas entre todos los vecinos», argumenta Vanessa, que intenta ir al supermercado solo una vez a la semana para exponerse lo menos posible a los contagios.

Eso sí, la gente, los vecinos de Melbourne, están de nuevo de capa caída. «Aquí se lo han tomado mal. Son horas bajas. No hacía mucho que habíamos salido de la cuarentena en sí y solamente hemos tenido tres semanas de tranquilidad antes de volvernos a meter en una cuarentena. Y no ha dado tiempo a hacer casi nada, la verdad», concluye la palentina Vanessa Fernández.

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