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Como todos los centros educativos, cerró sus puertas el 13 de marzo debido a la pandemia del coronavirus, pero aún no se espera su reapertura ... . El centro de educación infantil Villandrando, situado en un emblemático edificio obra de Jerónimo Arroyo en la Calle Mayor, no volverá a abrir al menos hasta enero de 2021. Así lo ha decidido el Patronato de la Fundación Villandrando, que aporta así luz al claroscuro de la vuelta al cole. «Damos diez razones que nos han guiado para tomar esta decisión, que es una decisión dura, pero somos un centro que solo tenemos niños muy pequeños, y tal y como está la situación, preferimos esperar para abrir», señaló ayer Luis Jolín, médico y secretario del Patronato de la Fundación. «Somos fieles partidarios de que la educación se retome de forma presencial, pero con niños tan pequeños y sin ser obligatoria esa educación, hemos tomado la decisión de no abrir ahora mismo», quiso añadir Jolín.
Las principales razones, entre la decena que señalan, para no iniciar el curso escolar -llevaba funcionando 14 años- es el aumento de casos de covid-19 que vive toda España y la posibilidad de que pueda haber brotes o contagios allí.
El centro, de carácter católico, no ha tenido ninguna actividad extraordinaria, fuera del periodo lectivo, a pesar de que funcionaba en anteriores veranos durante el mes de julio. Más de un centenar de niños estaban matriculados en el colegio, que cuenta con una plantilla de quince profesoras, algunas con jornada completa y otras con contrato a tiempo parcial. La plantilla se encuentra en situación de ERTE desde que comenzó la pandemia y hasta el próximo 30 de septiembre. «Depende de cómo el Gobierno regule a partir de ahora los expedientes de regulación de empleo, vamos a valorar si nos acogemos o no a las posibilidades de ampliar el ERTE», argumentó ayer Jolín.
La situación ha generado inquietud entre las familias que tenían a sus pequeños matriculados en el centro, que tuvieron conocimiento a mediados de agosto de que el centro no iba a poder darles servicio desde este mes de septiembre. La directora del centro, Esther Baños, envió un comunicado a los padres corroborando que el centro de Educación Infantil de Villandrando había decidido no iniciar este curso desde el principio «hasta que se puedan asegurar unas garantías mínimas de protección y prevención frente a la covid-19. Pedimos disculpas por la incertidumbre respecto a la apertura que se ha generado hasta ahora, pero la referida decisión es muy dolorosa, pues niega el servicio que Villandrando pretende dar a las familias palentinas, por lo que solicitamos disculpas y comprensión», señalaba el escrito.
«Es verdad que podemos estar perjudicando o no dando servicio a 30 ó 40 familias. Es verdad, y lo sentimos, pero creemos que es lo más coherente en este momento», incidió por su parte, Prudencio Baños, vicepresidente del Patronato de la Fundación Villandrando. «Vamos a depender de cómo evolucione la pandemia, y a día de hoy nadie tiene la certeza», añadió. «Hemos visto que los requisitos sanitarios son imposibles de cumplir y nosotros nos tenemos que comprometer a garantizar la seguridad de los niños y la distancia. No es fácil porque estás jugando con temas sanitarios, así que nuestro criterio es ver de qué manera podemos garantizar la seguridad. Tenemos protocolos, pero no lo vemos claro», argumentó.
«La ley me dice que tengo que garantizar la distancia mínima de metro y medio entre los niños. Hemos pedido a la administración que dicte unas normas de posible cumplimiento. Es muy fácil articular normas porque el papel lo aguanta todo, pero si mañana hay una reclamación, lo que me exigen en el juzgado es que garantice la distancia de seguridad y con niños tan pequeños no lo podemos hacer», explicó Prudencio Baños. «Ya nos gustaría a nosotros estar abiertos en estos momentos pero no se dan las condiciones mínimas», añadió.
Las Hijas de la Caridad dejaron en 2006 la institución de Villandrando después de haber funcionado durante casi un siglo como escuela, residencia de estudiantes, colegio de educación infantil o parvulario. Así, las puertas de la escuela infantil Villandrando, del Patronato de la Fundación, llevan abiertas desde 2007 y por sus amplias instalaciones han pasado, crecido y aprendido más de mil niños en estos años. Situado en uno de los edificios más bellos de Palencia, en la Calle Mayor y construido por el arquitecto palentino Jerónimo Arroyo, es toda una institución en la capital y, año tras año, se ha convertido en una segunda casa para los alumnos que acudían con su inconfundible chándal rojo.
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