El exterior se acicala para recibir al visitante

Así, los trabajos, que se desarrollan en dos entornos separados, afectan, por un lado, a un tramo de la calle Mayor Antigua, el que va desde la calle de Los Pastores hasta la plaza del Palacio Episcopal; así como a otro de la calle que sube desde la avenida de Castilla hasta la plaza de Juan XXIII, hasta la altura del colegio Blas Sierra, aproximadamente.

Mientras, la segunda parte de la actuación avanza en los entornos de la catedral y comprende la plaza de San Antolín, así como el lateral norte, en la confluencia con la plaza de Cervantes, espacio verde en el que, sin embargo, no llegará a actuarse, puesto que las obras solo afectan a las aceras de ese lado de la plaza, así como al tramo de calzada para vehículos.

Se trata de una actuación encaminada principalmente a mejorar el pavimento y, con ello, la imagen de varias calles situadas en los entornos de la Catedral y del Palacio Episcopal. La actuación se plantea como un proyecto de regeneración urbana, con un claro de componente medioambiental, en sintonía con la planificación estratégica que quiere impulsar la Concejalía de Urbanismo para toda la ciudad.

En los proyectos que comparten la filosofía urbanística de la renaturalización es fundamental la creación de corredores verdes que conecten las zonas urbanas con las periurbanas, en las que hay mayor diversidad ambiental. Por ello, en todos los tramos está prevista la colocación de alcorques para la plantación de nuevos árboles, como la lila de las indias o árbol de Júpiter, además de cambiarse prácticamente todo el pavimento por otros de material descontaminante, que convierte los gases nocivos en compuestos inocuos para la salud. Aceras y calzadas quedarán a la misma altura y los enlaces con las zonas en las que no se actuará serán mediante rampas.

La plaza de San Antolín tendrá una cobertura especial de césped, que se colocará en un pavimento ya instalado de celosía de piezas prefabricadas de hormigón, entre cuyos huecos será donde se siembre este césped. Se colocarán alrededor de cincuenta árboles y también está previsto la instalación de bancos, de tal forma que este espacio hasta ahora infrautilizado se convierta en un área de esparcimiento y descanso, que realce aún más la belleza del entorno.

Los trabajos en el lateral de la Catedral, junto a la plaza de Cervantes, ya han terminado. Se ha renovado todo el pavimento y colocado a nivel, con lo que han desaparecido los bordillos. La banda de rodadura ya no es de asfalto sino de adoquín y se han reparado las numerosas baldosas destrozadas que había en la acera. En la acera más cercana a la plaza, se aumentará la anchura actual de 1,25 metros hasta los 1,80, tal como exige la normativa de accesibilidad. Además, el aparcamiento reservado a autobuses turísticos se elevará también hasta el nivel de las aceras. También, se han colocado siete alcorques para la plantación de árboles, dado ese espíritu de renaturalización que se quiere imprimir a todos los proyectos urbanísticos que impulse el Ayuntamiento.

Mientras, en la plaza de San Antolín, se sigue trabajando en la retirada del actual pavimento, del que se conservarán algunas losas de gran tamaño y se está también alineando el nivel del suelo para poder comenzar a colocar el nuevo pavimento de césped y celosías. El canto rodado desaparecerá por completo y se instalarán diez bancos con tablones de madera y estructura de aluminio.

Se pretende que un espacio hasta ahora infrautilizado, ubicado en una zona privilegiada de la ciudad como es el entorno de la Catedral, pueda convertirse en una zona ajardinada pensada para el recreo y el esparcimiento de los ciudadanos y visitantes.