Toda una vida entre partituras en braille

Si algo diferencia a Iulian Ionut Abagiu de otros compañeros de profesión es su capacidad para aprender las partituras y para tocar en directo. Él, a diferencia de otros pianistas, no puede leer las notas musicales a la misma vez que toca, por lo que toda la partitura debe encontrarse previamente en su cabeza. Leer, memorizar e interpretar es el patrón que el músico siempre sigue. «Primero tengo que memorizarlas bien y luego hacer el trabajo que se ve en el escenario», agrega. Una disciplina que ha ido evolucionando con el tiempo ya que, en sus comienzos, Iulian Ionut Abagiu tocaba de oído.

Al llegar a España, y coincidiendo con su entrada en el Conservatorio Profesional de Música de Alcalá de Henares (Madrid), fue cuando comenzó a contar con partituras en braille a través de las que poder estudiar las diferentes piezas musicales que hasta entonces había ido interpretando simplemente gracias al gran desarrollo auditivo con el que cuenta. «Era un poco caos porque mis compañeros llevaban otro ritmo y yo solo tocaba de oído. Fue algo que me ayudó mucho y me espabiló a partes iguales», recuerda.

El músico evidencia su tenacidad. «El hecho de tener un sentido menos no hace que tenga el resto más desarrollados, pero sí que es cierto que el oído y el tacto sí lo están. Hay que tenerlo en cuenta», afirma. Un aprendizaje desde cero, ya que Iulian Ionut Abagiu sabía leer en braille, pero no partituras en este sistema de lectura táctil. «No son pentagramas. En tinta se ven como dibujitos de líneas de arriba abajo. En braille todo es texto, de izquierda a derecha y cada signo tiene un significado. Por lo tanto, se vuelve todo mucho más complejo, son muchas más hojas y hay partituras más difíciles de leer», explica el joven.

Una llegada a España que fue clave en el desarrollo de su carrera ya que, gracias a la ONCE, quien colabora con él en la transcripción de las partituras, ha podido organizarse para tener trabajo que estudiar mientras ellos elaboran las siguientes partituras. Una coordinación que se hace más complicada cuando no toca en solitario sino con más músicos.

Una forma distinta de aprender que, lejos de considerarlo un obstáculo, lo ve como una oportunidad diferente. «La parte positiva es que no dependo tanto de la vista. En mi caso, no tengo que estar pendiente de mirar las teclas por lo que me concentro directamente en lo que tengo que tocar», explica.

La pasión por la música, y más en concreto por el piano, ha convertido al joven en una de las grandes promesas en música clásica de nuestro país, compaginando actualmente sus estudios superiores en el Centro Superior Katarina Gurska, a la misma vez que ofrece conciertos, da clases particulares y acompaña a cantes en el escenario.

Aunque no sabe hacia dónde le llevará el futuro, Iulian Ionut Abagiu sí que tiene claro su vocación por la docencia. Una actividad compartida también con conciertos y diversas actividades que tengan que ver con la música. «Soy bastante polifacético. Los tiempos cambian y hay que saberse adaptar», incide. Actualmente, también es ponente en diversos congresos y jornadas de especialidad en música tradicional rumana y musicografía Braille. Además, ha sido uno de los coordinadores de las jornadas 'Música y Braille', que se celebraron en la Universidad Complutense durante los años 2017 y 2018 y que tuvieron gran éxito.

Este viernes será la primera vez que Iulian Ionut Abagiu visita Palencia y lo hace de la mano de la Asociación Amigos de los Clásicos en la Fundación Díaz Caneja de Palencia (20:15 horas), que ha organizado este concierto de piano, en el que destacará la interpretación de composiciones de Federico García Lorca.

El granadino también compuso piezas para piano y voz rescatando canciones antiguas de origen español. Ahora Iulian Ionut Abagiu ha hecho algunos arreglos para piano solo incluyendo diferentes improvisaciones, algo que le gusta mucho al joven pianista de forma en la que pueda hacer partícipe también al público. «Además de explicar las obras y sus artistas, también me gusta hablar de mí y sobre las partituras en braille para que el público también me conozca y contarle algo más a los asistentes. Me gusta tenerles cerca y que no solo se enteren de las obras sino también que te escuchen hablar, es una forma de transmitirles cómo es el músico», explica el joven.

Aunque su discapacidad visual no le ha frenado en su carrera, sí que aconseja a todos los niños que hoy puedan estar en su situación y cuenten con cualquier tipo de discapacidad que perseveren y traten de superar todas las dificultades. «Hay muchas piedras en el camino, pero se puede conseguir. Hay que tener mucha constancia», concluye.

Iulian Ionut Abagiu cree que ha tenido mucha suerte con todas las personas que se ha ido encontrando, sintiéndose un privilegiado porque ha contado en todo momento con profesores buenos que han remado junto a él, además de grandes compañeros que han hecho gala de una gran empatía.