Palencia

Venta de Baños recupera la normalidad tras una noche de rumores, tensión e incertidumbre

En la tarde-noche del pasado martes, saltaron todas las alarmas tras recibirse una llamada en el servicio de emergencias 112, en la que se alertaba de que una mujer había sufrido heridas por un arma blanca. En principio, se pensó que se trataba de un intento de suicidio, pero pronto los agentes de la Guardia Civil comprobaron que se trataba de un apuñalamiento. Las primeras hipótesis apuntan a que fue una joven de 28 años, que podría presentar alguna enfermedad psiquiátrica, la que agredió a su propia madre, de 53 años, que falleció como consecuencia de las heridas recibidas, dos en el pecho y una en la espalda.

La supuesta agresora fue detenida por la Guardia Civil y trasladada a la Unidad de Psiquiatría del Hospital de Palencia, donde en la tarde de ayer aún permanecía ingresada, según confirmaron desde la Subdelegación del Gobierno.

El crimen pronto generó una gran alarma en toda la localidad de Venta de Baños, que vivió una noche de rumores, desinformación, incertidumbre y también tensión, que se fue acrecentado por la continua llegada de familiares y allegados de la víctima a las inmediaciones de su domicilio, en el número 46 de la avenida Primero de Junio, así como por el amplio despliegue de dotaciones de la Guardia Civil, sanitarios y equipos forenses.

«No he servido más cafés una tarde en toda mi vida», aseveraba uno de los camareros del único bar que se encontraba abierto en la zona la tarde del martes. «Al principio, como no nos habíamos enterado de qué pasaba, nos extrañó tanto despliegue. Después esto empezó a llenarse de familiares y amigos de la familia. Muchos habían venido incluso desde otras provincias como Burgos o Cantabria, y la verdad es que las cosas no estaban del todo claras», recalca el camarero, quien a pesar de la cercanía de su establecimiento al número 46 no conocía ni a la fallecida ni a su hija.

Porque ambas mantenían un perfil discreto en el barrio, tal y como aseguran los propios vecinos del inmueble, quienes tampoco mantenían una relación cercana. «No las conocía mucho. De verlas alguna vez en el edificio, pero apenas he hablado con ellas. Tampoco llevaban mucho tiempo en Venta de Baños. Sabíamos que la chica no estaba bien del todo, porque a veces se las oía discutir, pero en general eran personas tranquilas y muy educadas», explicaba uno de los vecinos del bloque a primeras horas de la tarde del miércoles, que agradecía que todo hubiese vuelto a la normalidad.

«Se formó un revuelo tremendo, con todo lleno de gente y los guardias... Y nosotros no sabíamos qué había pasado, porque aquí no se oyó nada, no nos enteramos de nada hasta que ya se montó todo el lío en la calle, que duró hasta las dos de la mañana, cuando se llevaron el cuerpo. Acercaron el furgón de los forenses hasta el portal y lo metieron y vimos cómo se llevaban también a la hija», explica otra de las vecinas del inmueble, quien coincide también que se trata de una familia «muy educada siempre».

La noticia del crimen se propagó rápidamente por toda la localidad, aunque en principio primó la desinformación, con rumores cruzados sobre la identidad de la víctima, la autoría o los motivos. Pronto, a las numerosos familiares y allegados que se iban dando cita en los entornos del edificio, se sumaron también muchos vecinos, interesados por conocer las circunstancias reales del crimen, que había generado mucha inquietud. Tanta afluencia de personas generó también que la tensión comenzaba a palparse en el ambiente, por lo que la Guardia Civil desplegó a efectivos de la Unidad de Seguridad Ciudadana (USECIC) para prevenir altercados, que finalmente no llegaron a sucederse.

A medida que avanzaba la noche, el volumen de personas fue reduciéndose y a la mañana siguiente la normalidad había regresado a la zona. «Esta mañana ya no había nada por aquí, según me ha dicho el jefe, aunque es de lo que todo el mundo estaba hablando. Esto es un pueblo y se va a seguir hablando de ello un buen tiempo», explicaba el camarero de un bar cercano.

Mientras, desde el Ayuntamiento también se hacía un llamamiento a la tranquilidad, al tiempo que se enviaba un mensaje de condolencias a la familia. «Es muy duro que ocurra algo como esto. Queremos mandar todo nuestro pésame a la familia y vamos a intentar acompañarles en estos duros momentos. Sabemos que llevaban poco tiempo en Venta de Baños y que a lo mejor no eran demasiado conocidos, pero eran nuestros vecinos y nos duele también que le ocurra esto a un vecino. Ahora hay que estar tranquilos y apoyar en la familia en lo que se pueda», explicaba el regidor, José María López Acero.