Venta de Baños se despide emocionada del fundador de El Palacio de la Moda

Fue difícil, muy difícil, convencer a los vecinos de Venta de Baños de que no acudieran el sábado en masa a la iglesia parroquial de Santa Rosa de Lima para despedir a Antonio Pérez Antolín. El protocolo de seguridad para evitar contagios de la covid-19 no es amigo de aglomeraciones, pero a Antonio le apreciaba mucha gente que tenía que decirle adiós de alguna manera. Había que cumplir la distancia de seguridad e intentar que solo los más allegados accedieran a la iglesia. Así que no quedó otra: a la mayoría le bastó con congregarse en la calle, junto a la iglesia, sin entrar dentro de un templo que lloró a uno de los empresarios de más éxito de los que han crecido en esta tierra.

Antonio Pérez Antolín fundó hace exactamente 60 años la tienda de muebles y decoración El Palacio de la Moda y ha fallecido con la satisfacción de ver que ha dejado en buenas manos su legado. El traspaso generacional del negocio no fue un trauma y prueba de ello fue que en 2013 sus hijos recibieron la medalla de bronce de la Cámara de Comercio, hecho que llenó de orgullo a un Antonio que por aquella época ya disfrutaba de su jubilación, en la que se dedicó en cuerpo y alma a sus dos grandes pasiones: la caza y las labores de labranza que realizaba en una pequeña huerta.

Antonio fue cazador, hortelano y abuelo orgulloso en el ocaso de su vida. Llevaba 21 años jubilado, pero antes de esa tranquila etapa demostró que era una persona inquieta. Empezó a trabajar como dependiente en la tienda de tejidos Palacio de la Moda de la Calle Mayor de Palencia, en la que su padre, Justo, era un trabajador más. Justo decidió abrir su propia tienda de tejidos junto a su hermano Dámaso en Venta de Baños, a la que también llamó El Palacio de la Moda. Un tiempo después, Antonio emprendió su propio negocio y abrió en 1960 la tienda de muebles Palacio de la Moda, que no fue su única aventura como emprendedor, ya que también fundó, junto a un socio, una empresa que se encargó de la distribución de butano por todo el Cerrato. Era un renacentista de su época, «alguien para el que cada nuevo reto era una ilusión», dicen los que le conocían. De hecho, tan multidisciplinar era que ostentó durante años el cargo de juez de paz.

Tras una vida plena, de la que disfrutó hasta el final, Antonio falleció el viernes. Sus hijos –José Antonio, Juan Carlos, Alberto y Mari Tere– perdieron a este referente por un fallo cardiaco. Su mujer, Teresa, este año no podrá comer los tomates cultivados con mimo por su marido, pero al menos sus seres queridos pueden encontrar consuelo al pasar por aquella tienda de muebles que este soñador fundó hace 60 años en Venta de Baños y que ahora, tanto tiempo después, sigue dando sustento a su familia. Antonio Pérez Antolín ha muerto, pero su ejemplo como emprendedor sigue en pie en la avenida Pablo Picasso de Venta de Baños. En El Palacio de la Moda.