Los vecinos guardan silencio en señal de duelo ante la Casa Consistorial de Astudillo. El Norte

Los vecinos de Astudillo, rotos: «¡Cómo va a quedar ahora ese hombre, solo con el niño!»

El pueblo guarda un minuto de silencio y despide a las tres víctimas mortales en un funeral en la iglesia de San Pedro

Martes, 1 de abril 2025, 07:12

La plaza de Abilio Calderón de Astudillo, donde, según comentaba el alcalde, Luis Santos, son frecuentes las reuniones de los vecinos por las mañanas, sobre ... todo cuando el sol, como este lunes, da razones para ello, presentaba un aspecto un tanto desangelado. No se sentaban los astudillanos en los bancos, hacían pequeños corrillos en las cercanías que disolvían 'ipso facto' en cuanto veían acercarse una cámara fotográfica o de televisión. Estaban desolados, el trágico accidente del domingo acaparaba todas las conversaciones pero nadie quería entrar en detalles con los medios de comunicación.

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En el número 12 de la calle Silvano Izquierdo reside la familia destrozada por el trágico accidente, y a la puerta del supermercado que se ubica en el cruce de dicha calle con la de Mariano Antolín, una vecina comentaba a otras lo «revuelta» que estaba desde que supo la noticia. «¡Estamos todos revueltos!», se limitaban a decir en el supermercado. En el bar Niza, en la plaza de Abilio Calderón, tampoco querían hablar de lo sucedido, solo se les escapaban lamentos por los tres fallecidos y por los dos supervivientes del siniestro vial, Luis Ángel y su hijo Sergio. «¡Cómo va a quedar ahora ese hombre, él solo con el niño!», repetían.

Flores a la puerta de la casa donde reside la familia.

Una mujer brasileña sollozaba mientras hablaba con otro vecino en las cercanías de la plaza, recordando la amistad que trabó con Tamara, por aquello de ser la fallecida cubana y ambas llegadas del otro lado del Atlántico. «Tamara vino con sus padres a Astudillo y se enamoró enseguida de Luis Ángel, que es hijo único.

Los féretros llegan a la iglesia de San Pedro de Astudillo. Brágimo-Ical

Los padres de Tamara se fueron para Palencia pero venían los fines de semana a ver a los nietos. Ella trabajó en hostelería en el pueblo y también en la fábrica de loncheado de Torquemada, ahora cuidaba de sus hijos, en especial de la pequeña Amaia, de tan solo 7 meses, que en las últimas navidades hizo de Niño Jesús en la recreación del belén viviente en La Mota», recordaba el alcalde de Astudillo, Luis Santos, presente también en el minuto de silencio en el Ayuntamiento de este lunes y después en el funeral por las tres víctimas mortales en la iglesia de San Pedro.

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