'Pase, por favor'. 'Vaya a la línea 4'. 'Deme su tarjeta sanitaria, por favor'. Esas frases se repiten una y otra vez en la iglesia de San Francisco, que abrió el pasado 8 de enero como punto de vacunación en Palencia. Este lunes 31 ... comenzó la inoculación de la tercera dosis para todos los palentinos de la capital, del alfoz y de Villamuriel de 40 a 18 años. Ayer fue el turno de los nacidos entre 1982 y 1984. Hoy los llamados son los de 1985, 1986 y 1987. «Si hay alguien que cumpla durante estos días con los cinco meses de espera tras haber tenido el virus, que venga a vacunarse aunque no le corresponda por años», señalaba ayer el delegado de la Junta, José Antonio Rubio Mielgo.
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El cambio de criterio de cuatro semanas a cinco meses -se recomienda desde el Comité de Salud Pública- para recibir la tercera dosis desde el positivo hacía que desde el equipo de vacunación no supieran a lo que se enfrentaban en cuanto a número de dosis en un día. «En Campos Góticos sabíamos que por año solían ser de 1.300 a 1.500 vacunas, pero ahora con la cantidad de gente que se ha contagiado y los cinco meses de espera, estamos un poco a ciegas», reconocían las enfermeras. Finalmente, el primer día de vacunación de los de 18 a 40 años concluyó con 1.400 dosis puestas.
La citación para este amplio grupo de edad concluye el 8 de febrero, con los del año 2001 al 2004. Y después habrá tres días (9, 10 y 11) para repescar a todo aquel que no se haya podido poner la tercera dosis y ya esté en fechas. Estos tres días será en horario de tarde, de 16 a 20 horas. Posteriormente, los días 16, 17 y 18 de febrero será el turno de los menores de 5 a 11 años, que ya podrán volver a poner el brazo y a soplar para recibir el segundo pinchazo. Y así completar el ciclo de vacunación. A más de 4.000 niños de la ciudad y de Palencia Rural les administraron la primera dosis a mediados de diciembre en la carpa que se instaló en el aparcamiento del centro de salud de La Puebla.
Sergio Rojo
Julio Munguía
Isabel Serna
Y después, se procederá a desmontar todo el equipo de vacunación de la iglesia de San Francisco, que dejará de ser el 'vacunódromo' de Palencia. Se quitarán las cintas de los bancos, los carteles con las líneas de vacunación, las mesas y las sillas de los profesionales que trabajan a diario allí. Y se dejará de oír a la salida y con tono jocoso: 'Esta vacuna vale doble porque está bendecida', como decían ayer mismo.
«Cuando se cierre San Francisco habrá que establecer agendas en el centro de salud de La Puebla a los que aún no han podido vacunarse», argumentaba Rubio Mielgo, ante la cantidad de personas que no han podido completar el ciclo al haberse contagiado en esta sexta ola.
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«Nos ha venido fenomenal utilizar San Francisco como punto de vacunación. Ha sido un acierto haberlo puesto aquí. Hay que agradecer al obispado de Palencia que nos lo han cedido, era una situación en la que lo necesitábamos. Y espero que todos lo entiendan, aunque habrá a alguno que les parezca extraño, pero que lo entiendan», señalaba el delegado.
La iglesia de San Francisco se barajaba como escenario posible desde diciembre, pero el espectáculo navideño de los Reyes Magos impidió que se utilizase hasta el 8 de enero. Campos Góticos, el vacunódromo oficial desde abril a septiembre del año pasado, había recuperado todas sus actividades diarias y desde la Junta no veían bien volver a pararlas, porque mucha gente se beneficiaba de las mismas.
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Las colas de este lunes 31 para recibir la tercera dosis se concentraron a primera hora de la mañana, cuando la fila rodeaba el Ayuntamiento por detrás y llegaba hasta el lateral del mismo. Después, fue un continuo goteo de personas, que se sorprendían de la rapidez y escaso o directamente inexistente tiempo de espera.
«Ha sido muy rápido», señalaba Sergio Rojo, que salía con prisa para ir a trabajar. «Tenía muchas ganas de vacunarme porque ya me contagié al principio y no quiero más», reconocía instantes más tarde.
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Muchos acudieron a primera hora para no tener que salir del trabajo en mitad de la jornada. Otros se escaparon y pidieron el justificante en la mesa de administración, situada en una de las capillas laterales.
«Ya me la he puesto. Creo que va a ser bueno para mí y para el conjunto. Yo creo que estamos así por la vacuna, que ha ayudado mucho», afirmaba, por su parte, Isabel Serna, que reconocía tener poca información sobre la vacunación. «Hay menos información que las campañas anteriores y sobre todo lo veo en la vacunación infantil».
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«Ya había ganas de vacunarse», comentaba Julio Munguía, que salía con una sonrisa debajo de la mascarilla. «Yo no lo he dudado ni un momento», sentenciaba, mientras otras personas entraban a lo mismo.
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