Palencia

La UPP imparte un catálogo de 137 cursos y busca captar el interés de los jóvenes

Entre las novedades enfocadas a este público, por ejemplo, figura un nuevo curso de iniciación al diseño gráfico. Pero el catálogo es amplio, ya que los palentinos pueden cursar geografía, historia, talleres literarios, cursos de escritura creativa, español para extranjeros, inglés, francés, italiano, alemán y hasta japonés, artes escénicas, fotografía, costura, artesanía, joyería, música, yoga, pilates o ajedrez.

No queda casi nada fuera de un programa en el que se ha trabajado desde la UPP para que tengan cabida todas las inquietudes de los alumnos que año tras año respaldan a este centro con 3.500 matrículas. Una cifra que se alcanzó el año pasado y que se quiere repetir también en este nuevo curso, que dará comienzo el miércoles 4 de octubre.

El plazo de matriculación está abierto de forma presencial hasta este viernes, 15 de septiembre, y de forma 'online' hasta el domingo 17. Una vez finalizado y después de que se publique el listado de admitidos, del 22 al 27 de septiembre dará comienzo el segundo plazo de matrícula.

Esta semana, en los primeros tres días de matriculación, la UPP ya superaba la cifra de 2.600 matrículas. La gran mayoría de ellas habían sido formalizadas de forma 'online', aunque también hay una parte importante del alumnado, sobre todo el de mayor edad, que prefiere acudir al propio centro para realizar la inscripción. El director de la UPP, Cándido Abril, se muestra muy satisfecho con la respuesta de los palentinos un año más y agradece la confianza y el apoyo que curso tras curso otorgan al centro.

«El año pasado se llenaron al completo hasta 30 cursos, por lo que creemos que este año sucederá igual. Los idiomas, y los cursos de arte y medioambiente, tienen mucho tirón y enseguida se completan, pero en el resto siempre queda alguna plaza, por lo que nadie se queda fuera. Si no hay un curso, hay otro», explica Cándido Abril.

El director y profesor del centro señala que, aunque ya no queda ninguna de las medidas que se fijaron con motivo de la pandemia, sí que han continuado con la separación de mesas, por ejemplo. Además, algunas de las clases siguen conservando una pequeña ratio de alumnos debido a la limitación que el propio curso presenta, como puede ser informática, ya que no hay muchos ordenadores.

La media de alumnos por clase es de 20 alumnos, por lo que el aprendizaje se realiza de forma más personalizada que si se contase con un mayor número de matriculados. Para este nuevo curso, se han lanzado 35 nuevas modalidades que persiguen no solo actualizar la oferta educativa, sino motivar a la gente más joven a que se inscriba y se incorpore a la UPP. «Se introducen nuevas clases, no por casualidad sino por demanda y porque la dinámica del curso anterior nos marca cuándo se ha llegado a un fin de ciclo o cuándo se abre uno nuevo. Hay una población mayor que empieza a necesitar temas de sociabilización y psicología y, por el contrario, los jóvenes demandan nuevas modalidades. Todo lo que hacemos nuevo tiene un sentido», agrega el director.

Al igual que las modalidades que se ofrecen, el profesorado también se ha renovado para este nuevo curso, al que se incorporan docentes de presencia internacional como Castora Herz, que será el encargado de dar clase musical. «Hay que poner en valor no solo la apuesta docente, sino también la oportunidad de hacerlo en grupo y compartir con el resto de las personas. Precisamente, el lema este año es: conocimiento y convivencia», indica Cándido Abril.

Perfil heterogéneo

El perfil de los alumnos es bastante heterogéneo, aunque siguen predominando las mujeres de edades comprendidas entre los 45 y 65 años. El director destaca la importancia de hacer llegar el mensaje de que el conocimiento es costoso y no solo económicamente, sino también por la implicación que requiere.

«El debate es uno de los retos que nos ponemos y en muchas ocasiones se consigue ya que hay clases en las que estás charlando con el de al lado, comentando diferentes puntos de vista sobre un mismo tema. No se viene a clases de pintura solo a hacer copias, sino también a analizar, crear y contrastar», analiza el director.

Una de las nuevas alumnas que recibe este curso la UPP es Belén Castaño, una joven de 20 años que ha realizado la inscripción de forma presencial en cuatro cursos diferentes: pilates, pintura, guitarra española y lettering. Explica que todas las modalidades le llaman la atención. «Es un año en el que no sabía muy bien qué hacer y me apetecía probar cosas nuevas, así que he decidido venir e inscribirme en varias clases para saber qué me gusta y después decantarme por una u otra disciplina», afirma la palentina.

También se inscribe por primera vez Manuel Cantero, quien ha acudido a formalizar la matricula junto a su amigo Emilio Esteban, exalumno de la UPP. En su caso, se ha apuntado a clases de restauración con la pretensión de poder aprender a reparar algunos objetos antiguos que tiene guardados y a los que le gustaría dar una segunda vida.