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La pandemia ha impactado fuertemente en la universidad, como en todos los ámbitos y estructuras sociales. El esfuerzo, el compromiso, la implicación o la responsabilidad se han debido multiplicar para que la UVA no haya parado. La vicerrectora del campus de Palencia, Amalia Rodríguez, invita ... a toda la comunidad universitaria a seguir esforzándose «para progresar hacia una universidad más moderna y que preste incluso un mejor servicio a nuestra comunidad. Aunque su vocación sea internacional, encontrarse aquí situada garantiza el desarrollo y el progreso de nuestro territorio», afirma.
–¿Qué balance hace de 2020, a caballo entre dos cursos marcados sin duda por la pandemia?
–La prueba del primer cuatrimestre se ha superado con un balance positivo. Todos hemos trabajado enormemente para que tanto las tareas docentes como las investigadoras y las gestoras hayan podido desarrollarse en este complejo escenario que vivimos. La Universidad de Valladolid, en sus cuatro campus, ha realizado un esfuerzo ingente por adaptar la docencia al nuevo escenario de la pandemia contemplando los tres escenarios posibles y preparando por tanto, tanto la docencia presencial, como la bimodal y la enseñanza 'on line'. También se han adaptado los espacios docentes para que sean seguros y el Servicio de Prevención de Riesgos Laborales, el Servicio de Mantenimiento, y la Unidad Técnica de Arquitectura, dependientes del Vicerrectorado de Patrimonio e Infraestructuras, han coordinado todas estas tareas para que en la docencia presencial se garantizara la seguridad de todos, nuestra preocupación principal.
–¿Se constata que el modelo de universidad presencial y segura implantado ha resultado ser eficaz y ha permitido que la vuelta a las aulas se haya producido sin incidencias relevantes?
–Sí. El modelo de espacios seguros con el mapa digitalizado y la preparación de las aulas con la tecnología necesaria ha permitido un desarrollo eficaz de la docencia presencial. No se han tenido que suspender las clases. No ha habido contagios en el aula. Toda la comunidad universitaria se ha conducido en este escenario con gran responsabilidad. Quiero destacar la magnífica labor realizada por todos los centros, y fundamentalmente por los equipos decanales y directivos, con una implicación y compromiso dignos de elogio. Todo ello pensando siempre en nuestros estudiantes, que son el centro y la esencia de la Universidad.
–El temor que existía acerca de que la población juvenil, en teoría la más falta de concienciación sobre la pandemia, no se ha traducido en datos negativos... No ha habido muchos casos y tampoco brotes...
–No. El alumnado en términos generales ha asumido su responsabilidad con madurez y ello se ha traducido en la inexistencia de contagios en el aula. Aunque era difícil, el primer cuatrimestre transcurrió sin incidencias destacables.
–¿Los protocolos y planes de contingencia han funcionado?
–Sí. La preparación de estos protocolos y planes de contingencia por parte de la Universidad ha sido concienzuda y no dejando margen a la improvisación. El trabajo ha sido intenso. Y desde luego, esta preparación previa ha funcionado con la coordinación de los diferentes vicerrectorados.
–¿Cómo ha sido la coordinación con el sistema sanitario autonómico con los sistemas de vigilancia epidemiológica de la universidad?
–La coordinación ha sido fluida y hemos estado en contacto permanente con el sistema sanitario autonómico para seguir las instrucciones marcadas. Ha habido un contacto diario con Epidemiología de la Junta de Castilla y León, que nos evaluaba los datos de incidencia cada día. Por otra parte, cada semana se ha producido una reunión de coordinación con la Consejería de Educación y las cuatro universidades públicas de la comunidad. El sistema universitario público de Castilla y León ha funcionado coordinado y ha demostrado una gran fortaleza.
–Los campus han debido reforzar su capacidad tecnológica?
–Todos los campus han tenido que reforzar su capacidad tecnológica. Para ello, se han adquirido los medios técnicos necesarios, y la formación permanente durante todos estos meses ha sido la tónica general. Todos los servicios informáticos de los centros y campus han desarrollado una labor ejemplar según las las directrices marcadas por el Vicerrectorado de Innovación docente y Transformación digital. La Universidad ha dispuesto a medios para facilitarnos las tareas. Se programaron los cursos de formación en nuevas tecnologías y metodologías docentes a principio de curso y hubo que multiplicar los grupos programados por la elevada demanda.
–¿Y los estudiantes cómo se han esforzado? ¿Qué nota pone a los distintos miembros de la comunidad universitaria?
–Toda la comunidad universitaria se ha esforzado de forma notable. Los alumnos han tenido un comportamiento ejemplar dentro de las aulas. Al profesorado y personal de administración y servicios, también les pongo un sobresaliente. Sobrecoge la capacidad de sacrificio y adaptación del personal de la Universidad. A la excelencia docente e investigadora que se realiza en nuestra universidad, debe añadirse esta capacidad de implicación y entrega en escenarios complejos como estos. He notado que la dificultad, en vez de paralizarnos, nos hacía crecer aún más en este sentimiento de pertenencia a una organización como la nuestra.
-¿La UVA ha debido implementar una financiación extraordinaria covid que ha podido poner en juego otros proyectos ya previstos y para cuyo funcionamiento es necesaria una inyección económica?
–Necesitamos esos recursos económicos para que la universidad pública esté donde debe estar, en el centro, y para ser el motor de desarrollo económico y progreso social de nuestro país a través de la investigación de excelencia. Así debe ser siempre, pero será indispensable contar con nosotros en lo que será la necesaria reconstrucción. Creo que ha quedado meridianamente claro el papel de la investigación en esta pandemia. La investigación que se realiza en la Universidad es de excelencia porque el capital humano que conforma nuestra institución es excelente, y resultados de esa excelencia son los premios, reconocimientos, la captación de proyectos nacionales e internacionales liderados por nuestros investigadores e investigadoras, el número de sexenios que cada año consiguen, el número creciente de doctores y doctoras en las distintas áreas de conocimiento, las publicaciones que enriquecen el panorama científico. Nuestros investigadores están a la altura en calidad y excelencia. Debemos exigir por tanto que la financiación y los recursos económicos recibidos por parte de nuestras administraciones estén también a la altura. La prosperidad económica y social de nuestro país depende de ello, y con ello, el progreso que lleva consigo. Es algo obvio, aunque a veces no se haga patente como debiera.
–En medio de la pandemia usted dijo que se había potenciado la colaboración, el altruismo, la ayuda generosa. ¿cree de verdad que la pandemia ha hecho a la UVA una universidad mejor?
–La cooperación siempre se muestra más eficaz que la competencia cuando de la gestión se trata. Nuestra universidad además es una institución de aprendizaje también en valores. Si en situaciones normales cooperar resulta más eficiente y productivo desde todos los puntos de vista, en estos momentos se torna esencial. Los investigadores sabemos que en nuestra actividad diaria son precisas de forma habitual grandes dosis de esfuerzo intelectual, constancia, disciplina, firmeza y paciencia. De ello dependen los resultados de nuestras investigaciones en todas las áreas de trabajo y conocimiento. Y los resultados son buenos a pesar de que a veces los recursos son escasos. Normalmente, además, este trabajo se desarrolla en equipo, bien con grupos de investigación (GIR) , con miembros de un proyecto de investigación, con coautorías en publicaciones, con co-direcciones de tesis... La pandemia no nos ha hecho desfallecer en nuestras tareas, creo que ha sido al contrario. Y, desde luego, la pandemia nos ha obligado a avanzar aceleradamente en aspectos y en proyectos que ya teníamos en mente y que nos van a ayudar sin duda en el futuro.
–En Palencia, qué proyectos de investigación puede decirse que han seguido su curso sin un parón en su avance?
–Se han visto mermadas como es lógico aquellas actividades de carácter cultural que exigían presencialidad. Todas las demás, las docentes, investigadoras, divulgativas, han pasado a formato 'on line' y han podido desarrollarse sin incidencias. La virtualidad nos ha ofrecido posibilidades muy interesantes, también en nuestra propia formación, en la investigación y en la internacionalización los seminarios y jornadas internacionales virtuales se han intensificado. Además, como ejemplo de la buena labor investigadora que se realiza en el campus, el Instituto iuFOR, vinculado a la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Agrarias, ha recibido una subvención de la Junta de Castilla y León de 850.000 euros dentro del programa de financiación de planes y programas de investigación estratégicos. Esto supone un reconocimiento al trabajo bien hecho y a su excelencia científica.
–¿Esto está suponiendo un antes y un después en la forma de enseñar y en la vida del campus?
–No me aventuro a señalar el después. Desde luego, toda la tecnología empleada ha venido para quedarse y es una ventaja añadida a nuestros recursos docentes, que mejora nuestras competencia, pero yo quiero pensar que cuando esto pase, volveremos a nuestra docencia presencial normalizada, y por extensión me gustaría la intensidad en la actividad presencial del campus en todos sus aspectos. La Universidad es una fuente de riqueza intelectual, de pensamiento crítico al servicio de la sociedad y del progreso económico, y un exponente del conocimiento, de la investigación y de la innovación. Ha sido, es y así será sin duda.
–¿Los nuevos títulos de Antropología y el doble grado de Ciencias del Trabajo se han implantado con el éxito esperado?
–Sí, van consolidándose y así seguirán en el futuro, estoy segura, y sin duda el doble Grado de Relaciones laborales y Recursos Humanos y Comercio ha tenido una gran acogida entre el alumnado y se han cubierto las plazas.
–¿Con qué ánimo y objetivos arranca este 2021 como vicerrectora del campus de Palencia?
–Con esperanza. Los objetivos marcados en colaboración con los diferentes vicerrectorados pasan por ir cubriendo las necesidades que a todos los niveles se plantean en el campus y conseguir ser un foco de atracción a nuestros grados y master para los futuros alumnos y alumnas.
–¿Será un curso casi de transición o en blanco hacia la nueva normalidad?
–Pues ni una cosa ni la otra. Será un curso intenso con constantes retos docentes, investigadores y gestores que estoy segura de que iremos superando. Debemos tener paciencia y mantenernos firmes, pero también ser conscientes de que debemos seguir trabajando en este escenario complejo. Sin duda, la pandemia ha impactado fuertemente en la universidad, como en el resto de la sociedad. Con el compromiso de toda la comunidad universitaria hemos conseguido que la UVA no parase. La universidad siempre ha sido punta de lanza en el avance de la sociedad y, ahora más que nunca, debe seguir siéndolo.
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