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Con la mirada puesta siempre en sus hijos, la portavoz socialista en el Ayuntamiento de Palencia no olvida tampo, ni en vacaciones, sus responsabilidades municipales, para las que guarda algunas de sus reflexiones.
–¿A qué verano que añora le gustaría volver este verano?
– ... Cada verano es diferente, las circunstancias personales marcan las vivencias, pero sin duda volvería a los veranos de mi juventud temprana alternando cursos de formación en la Escuela Jaime Vera y convivencias continuadas con jóvenes de toda España.
–¿Tiene pueblo o le prestan uno?
–Tengo pueblo, y ahora que tengo hijos pequeños estoy más convencida de que nunca que la pertenencia a un pueblo te marca la infancia de una manera especial. Por cierto, mi pueblo es Villaumbrales de Campos, aunque desgraciadamente cada vez somos menos, incluso en verano. Hace años, Villaumbrales se llenaba en verano de los nietos y nietas madrileños y vascos que venían a visitar a los abuelos, a medida que esas generaciones han ido muriendo, la vinculación al pueblo ha ido desapareciendo.
–¿Qué se llevaría a un pueblo vaciado?
–A un pueblo vaciado me llevaría gente, para que tomaran conciencia de las muchas cosas buenas que puede aportar la vida en el medio rural.
–¿Es de los palentinos de Benidorm o de los palentinos de Santander?
–Soy de las palentinas de Asturias, más en concreto de Gijón, mi ciudad de escape; ni Santander ni Benidorm.
–¿Pero un concejal puede tener vacaciones?
–¿Es un concejal una persona? Me parece evidente la respuesta.
–¿Este verano qué hay mejor que un amigo con piscina?
–Sin duda, las circunstancias sanitarias que vivimos hacen que estemos extremando las precauciones en el contacto personal. Pero también es un año magnífico para disfrutar de las excelentes infraestructuras municipales que tenemos, más vacías que nunca, eso sí, siempre guardando las medidas de seguridad sanitarias correspondientes.
–¿De qué se desconfinará primero, de su pareja, del trabajo, de la mascota…?
–De las paredes de casa. Hay que vivir acorde a las circunstancias en las que nos encontramos inmersos, pero hay que consumir, gastar, disfrutar del aire libre, de la compañía de los seres queridos...
–¿Ha realizado ya todos los planes que se le ocurrieron durante el confinamiento o ha dejado alguno para el verano?
–Si de algo hemos sido conscientes muchos durante el confinamiento, es la felicidad que nos aporta la normalidad en nuestras vidas. No he sido de las que ha planificado muchas cosas, he sido de las que he aprendido a valorar más los pequeños detalles.
–Volver de la playa con la marca de la mascarilla en el moreno, ¿es sexy?
–Lo único sexy en todo esto que estamos viviendo es la responsabilidad individual. Me encanta ver sobre todo a la gente joven que cumple con las normas a pesar del innato ímpetu de la juventud.
–Para sus hijos querría un verano como el del año…
–Como cualquier verano de los vividos anteriormente. Echo en falta el contacto físico entre las personas, sobre todo en el ámbito familiar que por cuidado con los más mayores hay que tener.
–¿Y si nos quedamos aquí? ¿Qué nos recomienda hacer o descubrir en Palencia?
–Sin duda es un año maravilloso para conocer mejor las rutas que nuestra provincia ofrece. Me quedo, a pesar de ser de Tierra de Campos, con la Montaña Palentina y su patrimonio natural. Me quedo con ello porque después de un confinamiento, al menos mis sentidos, necesitan intensidad.
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