Triunfo del Palencia Baloncesto con susto en el debut en casa

La previa del encuentro estuvo marcada por el sentido minuto de silencio en memoria del hermano del presidente del club, Gonzalo Ibáñez. El primer cuarto dispuso de dos mitades muy diferenciadas. Comenzó mejor el Palencia Baloncesto con un inspirado Cameron Krutwig sacando provecho de su calidad desde la pintura. A la gran aportación del pívot norteamericano se sumaron el acierto exterior de Kamba y la potencia en transición de Vaulet para cerrar el primer parcial con 9-2 en el marcador. El propio Krutwig, con una bandeja y desde la zona de personal, mantenía la brecha de puntos ante un Gipuzkoa Basket que fue claramente de menos a más. Los de Mikel Odriozola fueron superiores en la segunda mitad de cuarto, donde el cuadro morado encontró varias situaciones de atasco en ataque. Los visitantes encontraron el acierto en el tiro hasta llegar a colocarse por delante en el marcador tras una buena jugada en equipo (15-16). Reaccionó Palencia con una penetración de Manu Rodríguez y un triple desde la esquina de Adam Kunkel para cerrar ese primer asalto por delante en el electrónico (20-18).

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Los ataques lograron imponerse a las defensas en la reanudación. El intercambio de canastas fue una constante durante los primeros minutos de cuarto, con Kunkel asumiendo galones en el cuadro morado y Lepichev respondiendo por la parte blanquiazul (27-27). Los tiros libres de Mateo Díaz fueron precisamente el gran punto de inflexión para el encuentro. Con el marcador igualado y a falta de todavía 5:33 para llegar al descanso, Gipuzkoa no logró un solo punto más. Los de Luis Guil pusieron una marcha más en ambos lados de la pista e impusieron su ley por aplastamiento. Al acierto en el tiro se sumó las canastas en transición aprovechando el desacierto visitante. Mikel Odriozola detuvo el choque hasta en dos ocasiones, pero no logró cambiar en absoluto la dinámica del encuentro. Kamba, Krutwig y Vaulet encontraron de forma constante los huecos en una defensa superada de manera constante. Una avalancha que supuso un parcial arrollador y una renta de 15 puntos al descanso (42-27).

El paso por vestuarios le sentó mejor al Gipuzkoa Basket, que regresó a pista con un triple y una bandeja para tratar de meterse en el partido. La reacción visitante fue un mero espejismo y la respuesta palentina no se hizo esperar. Wintering firmó un gran dos más uno y robó ese mismo saque para que Kunkel desde el triple disipase las esperanzas guipuzcoanas (48-32). El Palencia Baloncesto no levantó el pie del acelerador y continuó ampliando su ventaja en el electrónico. Los de Luis Guil seguían intratables en defensa y lograban anotar en transición con facilidad. Gipuzkoa no encontró ninguna fórmula para contrarrestar la principal fuente de anotación morada y lo pagó caro. Vaulet desde el triple y Wintering desde la personal obligaron una vez más a Mikel Odriozola a parar el cronómetro para tratar de frenar al vendaval palentino (54-34). Gipuzkoa Basket trató de agarrarse al encuentro al mejorar sus sensaciones en los últimos minutos del cuarto. Las constantes visitas de Vrankic a la línea de tiros libres no fue suficiente para reducir la renta morada (63-43).

Con una diferencia tan amplia, el Palencia Baloncesto afrontó el último cuarto con la victoria prácticamente certificada. Esa confianza supuso una marcha menos en el cuadro morado, factor que aprovechó Gipuzkoa Basket. La actividad palentina en defensa bajó y Ander Martínez decidió que todavía quedaba partido por jugar, anotando 9 puntos seguidos y recortando la renta local a 12 puntos. Luis Guil detuvo el partido para tratar de inyectar energía en un vestuario cuya imagen no tenía nada que ver con los tres cuartos anteriores (68-56). Martínez desde el triple metió el miedo en el cuerpo a todo el Pabellón Municipal, pero en esta ocasión reaccionó Palencia con la respuesta desde la larga distancia de Tobias Borg. Wintering anotó en contacto y le cayó una técnica por protestar la falta. El propio base morado y Borg, ambos desde la zona de personal, sentenciaron, esta vez sí, el triunfo palentino ante un combativo Gipuzkoa Basket. Los visitantes lograron maquillar un poco más el marcador en los instantes finales. Y así, victoria para el Palencia Baloncesto por 78-69, con un Pabellón entregado a los suyos y haciendo la ola.