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«La Traserilla ha sido mi casa, aquí empecé con 17 años»Luis Metodio Sánchez Adán estaba este martes algo taciturno, menos dicharachero que de costumbre. Con su sonrisa siempre dispuesta, esa que no falla nunca, pero melancólico. No era un día más en su vida. Era el último en el que La Traserilla, el negocio familiar ... a cuyo frente está ahora, atendía al goteo incesante de clientes y amigos que quisieron acercarse hasta la calle San Marcos para despedir un local que ha permanecido abierto los últimos 29 años y que, a finales de agosto, espera trasladar la esencia de su cocina al antiguo Casa Lucio, en la calle Don Sancho.
«Esta mañana estaba muy triste. Son muchos recuerdos y echo mucho de menos a una persona que no está ya y que es parte muy importante de mi vida y del restaurante», señalaba. Se refería Luis Metodio a su hermana Erika, fallecida el 27 de julio de 2022 a los 46 años y que fue un soplo de aire fresco para el restaurante, una mente innovadora que dio un giro de 180 grados a la cocina del negocio. «Esta ha sido mi casa, aquí he recibido todas las noticias de mi vida: las buenas, las regulares y las peores», apuntaba Luis Metodio, que empezó a los 17 años en La Traserilla (ahora tiene 46) ayudando a sus padres, Miguel Sánchez y Reyes Adán, cuando salía del colegio.
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«Cuando vinimos, esto era un mesón de toda la vida. Como era mal estudiante, me quedaba aquí por las tardes ayudando a mis padres. Luego entró mi cuñado, Toño Ribeiro (falleció el 10 de septiembre de 2021 a los 52 años), y vino también mi hermana, que estuvo estudiando fuera», recuerda Luis Metodio, que cree que la clave del éxito sostenido de La Traserilla ha sido, por encima de platos y especialidades culinarias, «el trato familiar». «La gente se siente a gusto aquí, como si fuera la casa de la abuela. La filosofía de mi padre ha sido siempre esa, la de un sitio en el que sentarse sin prisa a comer, a disfrutar de una casa de comidas, no de un restaurante como tal», agregaba. Aunque quién se ha resistido alguna vez a probar los lomitos de anchoa con crema de dulce de manzana y vinagreta de tomate, un plato ideado por la recordada Erika Sánchez, o los boletus con yema en su punto y foie, además de la tradicional menestra, el lechazo asado o las patatas a la importancia.
«La carta va a ser la misma en el nuevo local, a lo mejor un poco más ampliada porque vamos a trabajar desayunos y eso nos hará cambiar un poco», añadía Luis Metodio, que se reconocería «feliz» si el negocio en el antiguo Casa Lucio pudiera abrirse una semana antes de las fiestas de San Antolín, aunque todo depende de cómo vayan las obras.
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