La transformación urbanística de la zona de la Alcoholera finalizará en noviembre

Sin embargo, aunque estas palabras parezcan indicar que el inmueble se encuentra sumido en el olvido, nada más lejos de la realidad, puesto que su rehabilitación como centro cultural y la transformación urbanística de sus entornos han sido temas recurrente de la agenda municipal de los últimos años.

La intervención en el propio edificio de la Alcoholera es cierto que, por el momento, se encuentra paralizada, aunque el Ayuntamiento que ha tardado décadas en hacerse con la propiedad del inmueble, ya está trabajando en una intervención para crear en el futuro un centro de participación ciudadana. Sin embargo, el otro extremo del proyecto, el destinado a la reordenación urbana de los terrenos más próximos al inmueble ya se encuentra en plena actividad.

Las obra se iniciaron a principios de este mes de mayo, toda vez que el contrato de adjudicación de los trabajos a la constructora vallisoletana Obras Herzaco se formalizó a finales del pasado mes de marzo, con un plazo de ejecución de seis meses, con lo que esa reforma urbanística de los entornos de la Alcoholera debería estar completada en el mes de noviembre, generando nuevas zonas ajardinadas, viarios peatonales y espacios liberados para la construcción de dos nuevos bloques de viviendas. Las obras se han contratado por 402.402 euros, con el IVA incluido.

Por el momento, ya se ha removido toda el terreno de una parcela verde que estaba prácticamente abandonada detrás del edificio de la Alcoholera y también se está nivelando el suelo en los entornos de la calle México (junto a la Bolera), en la zona que debe despejarse para completar un nuevo viario peatonal.

Este proyecto, aunque no afecte directamente a la integridad del edificio, está directamente vinculado a la Alcoholera. Primero, porque el proceso administrativo de adquisición del inmueble por parte del Ayuntamiento ha condicionado la situación urbanística de parte de los terrenos afectados por las obras, y finalmente, porque el diseño elegido para la actuación que se está llevando a cabo gira en torno al futuro funcionamiento del edificio como centro cultural y foco de atracción de los vecinos de la zona.

Así, toda la plaza posterior a la Alcoholera se ha configurado como un gran espacio público, de ocio y esparcimiento, en el que primarán las zonas verdes y los paseos peatonales. Se ganan grandes terrenos para el ajardinamiento e incluso para la construcción de un parque canino, que estará vallado. Además, se permite completar el trazado de la calle México, en estos momentos bloqueada por diversos elementos arquitectónicos. En principio se había planteado la posibilidad de dar continuidad a este vía para el tránsito de vehículos, pero finalmente se ha descartado esta posibilidad y los nuevos viarios que se van a crear en la zona serán exclusivamente peatonales, según un diseño que se ha pactado con los representantes vecinales del barrio de Pan y Guindas.

De esta forma, la actuación se limita a los entornos de la Alcoholera y los solares próximos, en los que se deben levantar el futuro edificios de viviendas de titularidad privada, puesto que se trata de unos terrenos que han sido permutados a cambio de la propiedad del edificio de la antigua fábrica. Esta operación urbanística tardó en completarse más de una década por los problemas que existían en torno a la propiedad del edificio de la Alcoholera y a la necesidad de localizar también un espacio de reserva para un posible centro de salud en el barrio, aunque finalmente quedase descartado en la zona prevista. Una vez desbloqueados todos los obstáculos, los anteriores dueños de la Alcoholera fueron compensados con un terreno de 1.335 metros cuadrados, con forma de L y que tendrá acceso peatonal desde la avenida de Brasilia y la renovada calle México. Se trata de suelo para la construcción de viviendas, con una edificabilidad de 5.600 metros cuadrados, más otros 605 para equipamientos. Mientras, el Ayuntamiento consiguió el terreno para ese nuevo viario peatonal que mejorará el tránsito en la zona, además de tres parcelas para espacio público libre, que se transformarán en los jardines y áreas de esparcimiento. La propuesta total de intervención cuenta una superficie de intervención de 6.382 metros cuadrados, de los que más de la mitad (3.621 metros) estarán ocupados por jardines, y con una serie de paseos que se construirán con arena compactada.

Además, se va a acotar un espacio en la zona, que servirá como área de recreo para mascotas, de tal forma que los propietarios de los perros podrán soltar a sus animales libremente para que corran y juegan, sin que esto interfiera con el resto de usuarios de la vía pública.