El termómetro se supera en Palencia en la tercera ola de calor de este verano

Los mercurios marcan cifras que recuerdan a las del inusual verano pasado, y por eso los palentinos que durante este mes de agosto no se encuentran de vacaciones buscan la mejor forma de refrescarse en estos días de calor sofocante. Las piscinas son el principal reclamo en la ciudad y se han convertido en un verdadero refugio climático durante este verano y, especialmente, durante las tres olas de calor que han tenido lugar a lo largo de estas semanas estivales.

El agua es una vez más el mejor aliado para mitigar el calor urbano y se ha convertido en una de las principales alternativas de ocio. «Venimos casi todos los días y echamos la jornada aquí, desde por la mañana hasta que cierran. Venimos con el grupo de amigos, comemos, nos damos un chapuzón y jugamos a las cartas», explican las jóvenes de la capital Isabella y Claudia Ruiz, usuarias de El Sotillo.

Aunque predomina el público joven, lo cierto es que en El Sotillo también se pueden encontrar otros muchos grupos formados por palentinos y visitantes de diferentes edades. Es el caso de la familia de David Gutiérrez, que vive en Melilla, pero que durante la época estival se traslada hasta su ciudad natal donde comparte largas jornadas con su familia en esta céntrica piscina. «Yo antes venía a todas horas, pero ahora solo lo hago por las tardes. Nos encanta venir a la piscina, aunque las instalaciones parecen sacadas de una serie de los años setenta», critica este usuario.

Al igual que David Gutiérrez, hay otros muchos palentinos que han crecido en estas piscinas y que año tras año combaten el calor en estas instalaciones. «Llevamos viniendo más de treinta años y ahora lo hacemos también con nuestros hijos y nietos», apunta la palentina Alicia Pérez, a la vez que reclama un mayor cuidado del césped, de los vestuarios y de los cuartos de baño, así como de los accesos al agua.

Aunque las piscinas son el mejor refugio para pasar estas calurosas jornadas, también el aire acondicionado de los establecimientos ayuda a sortear por un rato el calor de la calle. Además, están las fuentes, que siempre son unas buenas aliadas para poderse refrescar.

La estampa multitudinaria que dejan las piscinas contrasta con la que se puede ver en las calles, donde es difícil poder encontrar a un transeúnte en las horas centrales del día. Y quienes se encuentran en la vía pública, tratan de hacer frente al calor bebiendo agua, refrescándose en alguna fuente o protegiéndose del sol con una gorra o sombrero.