Óscar Baños, presidente de Aempatra

«Tener camiones modernos reduce la contaminación y mejora la seguridad»

Lo que sí está siendo muy útil para este sector, –que mueve 2.698 camiones y furgonetas de 1.199 transportistas, entre autónomos, comunidades de bienes y cooperativas, según los datos del Ministerio de Transportes referidos a junio de 2024–, es la partida para achatarramiento de vehículos contaminantes que está animando a autónomos y pymes a ir sustituyendo su flota por vehículos nuevos, que, aunque sigan siendo diesel, consumen mucho menos que los antiguos. «Todo lo que sea quitar vehículos viejos de la carretera siempre es bueno. Además, tener camiones más modernos no solo reduce la contaminación y el consumo, también mejora la comodidad y la seguridad», afirma el transportista.

Por eso desde Aempatra, que suma 235 asociados, consideran que las ayudas para achatarramiento han sido una buena iniciativa que debe incluso ampliarse porque «ha sido un éxito y las han solicitado muchos autónomos y pequeñas y medianas empresas». Estas ayudas, que tienen como objetivo renovar el parque de vehículos, están permitiendo a los transportistas llevar sus camiones al desguace a cambio de ayudas que luego pueden invertir en la compra de vehículos nuevos. La cuantía de la ayuda depende del tipo de vehículo y de lo contaminante que sea, en función del año de su fabricación.

«Se han solicitado muchas ayudas de este tipo, y si sale más dinero para achatarramiento, se seguirán solicitando», insiste el presidente de la asociación, que pide más fondos para achatarramiento.

Otra cosa es el mercado del vehículo eléctrico. «Hay vehículo pesado eléctrico, pero generalmente lo compran grandes empresas para hacer rutas muy concretas y son muy caros», sostiene Baños. Pero hoy por hoy para autónomos y pymes no parece nada práctico. «Es una tecnología nueva con muchas dudas y poca autonomía, de 300 a 400 kilómetros», insiste. Son además vehículos carísimos que llegan a triplicar el coste de un vehículo diesel. Y el transportista tiene que montar sus propios cargadores que además son «carísimos». Es más, en algunos polígonos industriales ni siquiera hay potencia para esos cargadores. «Hoy en día es inviable para la mayoría», insiste. De hecho, en Palencia no hay un solo transportista que disponga de un vehículo pesado eléctrico en su flota, afirma.

Distinto son las furgonetas y vehículos ligeros, donde la cosa cambia y si se están empezando a mover vehículos impulsados por energías limpias. «Pero en pesados, creo que tampoco hay ningún vehículo de gas», continúa Baños, mientras asegura que las expectativas en el mercado de vehículo pesado eléctrico e híbrido no se han cubierto ni de lejos, porque hoy por hoy el 99,9% de los camiones que circulan por las carreteras son diesel, más o menos ecológicos, más antiguos o de última generación, pero diesel. «Ahora mismo me dan el dinero para comprar uno y ni siquiera así lo vería viable, porque no hay ni donde cargarlo», insiste.