Lolita | Interpretará a 'Poncia' en el Teatro Principal de Palencia

«A la edad que tengo no hago cosas que no me apetezcan»

El autor de esta función se siente cautivado por el tipo de personaje en el que se encarna Lolita –Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes 2017– y así lo justifica: «Poncia siempre me ha sugestionado como ningún otro personaje de los que habitan en la casa de Bernarda Alba. Los personajes de las criadas encierran un enigma interesante: son testigos de los avatares de sus dueños y amos, conocen la verdad del interior de las casas y poseen la filosofía oculta de las clases populares».

–¡Este año ha cumplido la mayoría de edad! En el teatro…

–Pues no sabía cuántos años llevaba en el teatro… ¡18 ya! Te agradezco que me lo hayas recordado. Me estrené en el teatro en 2005 y, claro, echando cuentas…

–En sus comienzos en este medio, ¿le atemorizaba el escenario?

–Tanto como temor… Empecé a cantar con diecisiete años. Y conozco los escenarios mucho antes porque mi madre me sacaba a ellos cuando era pequeña. Reconozco que el teatro es una gran responsabilidad porque cuando salgo a cantar soy yo misma, pero cuando actúo represento un personaje. Miedo no me da; eso sí, me entran ganas de salir corriendo cuando voy a estrenar una obra teatral porque me pongo muy nerviosa, por esa responsabilidad que te comento, por inseguridad y esa 'seguiriya' que me entra, como decía mi madre. Muchas veces digo en broma «cuando acabe de ensayar, salgo por el patio de butacas, cojo un avión y me voy a Singapur». Aunque eso mismo también me pasa en los conciertos. Salir a un escenario, sea teatro o cantar, entraña una gran responsabilidad y un gran respeto porque el público ha pagado una entrada para verte actuar.

–¿Cómo describiría a Poncia', el personaje al que dará vida en el Teatro Principal de la capital palentina y que se basa en la criada de 'La casa de Bernarda Alba'?

–Es una Poncia protagonista que habla de culpa, de justicia, de libertad, de educación, de sexo,… Es una Poncia muy moderna. Poncia es una mujer que sabía mucho más que Bernarda, pero estaba en un segundo plano. Y el lenguaje es extrapolable al siglo XXI, aunque Lorca escribió el texto en 1935.

–El consagrado Luis Luque, escritor y director del texto, hizo el papel a su medida.

–Claro. Un día me llamó por teléfono y me preguntó: «¿Hacemos 'Poncia'?». Yo le dije que sí y entonces escribió el texto para mí. En la obra hay un setenta por ciento de Federico y el resto es de Luis Luque, que es tan maravilloso como lo que escribe Lorca. La gente se va a sorprender.

­–En esta función está 'sola ante el peligro', como ya le ocurrió en 2014 en el monólogo 'La plaza del diamante', dirigido por Joan Ollé. ¿Prefiere la soledad o la compañía sobre las tablas?

–Depende del personaje. Enfrentarme al público sola no me parece más complicado que si lo hago acompañada. Quizás sea una actriz al desuso y no al uso. Aprendo mi texto y salgo ahí, como he hecho toda mi vida para entregar mi corazón. Yo digo siempre que si hay agua en la piscina, nadamos todos y si no hay agua, estoy yo sola y también voy a darlo todo y a dejar en lo más alto posible tanto al texto y como al personaje.

–Sale con la cara lavada y el corazón abierto.

–Con la cara lavada, no; en esta función me pinto un poco el ojo porque una tiene ya una cierta edad… Y en ella desnudo mi alma y lo doy todo porque es la única forma en que sé hacer las cosas.

–¿El cine llama a su puerta?

–El cine conmigo está durmiendo la siesta. Después de recibir el Goya a la Mejor Actriz Revelación en 2003 por mi interpretación en 'Rencor', de Miguel Albaladejo, hice tres películas, una de ellas, 'Fuerte Apache', que fue una maravilla y en la que tuve el grandísimo honor de trabajar con Juan Diego. El cine está ahí y cuando quieran, que me llamen.

–¿Ha aparcado los conciertos?

–No se puede hacer al mismo tiempo 'Poncia' y los conciertos. Es imposible. 'Poncia' es una montaña rusa y hay que verla en directo porque la puesta en escena es espectacular. Tanto la iluminación de Paco Ariza como la escenografía de Mónica Boromello son extraordinarias. El público lo va a disfrutar mucho.

­–¿Se siente como pez en el agua como jurado en los 'talent shows' o de tertuliana televisiva?

–Yo me siento cómoda en mi profesión porque de lo contrario, no lo haría. Cuando el público me ve haciendo algo es porque a Lolita le apetece hacer eso. Yo ya no estoy empezando y a la edad que tengo no hago cosas que no me apetezcan; eso lo tengo muy claro.

–¿Algún proyecto en el horizonte?

–Ahora con 'Poncia' ya tengo bastante. Es una gira larguísima y, de momento, me quedo con esto.

–Palencia no es una ciudad desconocida para usted; ha venido con relativa frecuencia.

–No me es desconocida para nada. Cada vez que he hecho una obra de teatro he pasado por Palencia. Estuve con 'Asamblea', 'Fedra', 'Prefiero que seamos amigos'…; incluso estuve con 'Ana en el trópico' en mi estreno en el teatro, hace 18 años, como bien me has recordado. Me encanta volver con el público de Palencia.