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Carmen Aguado
Saldaña
Lunes, 21 de febrero 2022, 09:33
Talento joven y, además, saldañés. Pablo Quijano es, a sus recién cumplidos 26 años, una de las grandes promesas del cine español. 'Rubio Cobrizo' es el segundo de sus cortometrajes, y ha sido rodado entre Madrid y diversos escenarios de la provincia como Carrión de los Condes, Aguilar de Campoo y Salinas de Pisuerga. Una historia en la que aborda la enfermedad mental y que protagonizan las actrices María Barranco y Elisa Matilla, que encarnan a dos mujeres que viven puerta con puerta y que representan de alguna forma a las dos Españas: la reprimida y la liberada. El joven director escribió este cortometraje porque le interesan mucho las historias de mujeres y, especialmente, de mujeres maduras. Una película corta que mezcla la realidad y la ficción y que, asegura, tenía muchas ganas de rodar.
Una historia protagonizada por dos actrices de gran trayectoria en el panorama cinematográfico español con quienes Pablo Quijano confiesa haber tenido una conexión muy especial desde el principio. El cineasta palentino afirma que ambas actrices se sintieron muy cómodas desde el principio con su papel y, también, entre ellas.
Pablo Quijano explica que no escribió ambos papeles pensando ya en las dos actrices, sino que ambas se amoldaron perfectamente a las dos mujeres que dan vida. «No he pensado directamente en ellas escribiendo, pero es verdad que ellas lo han enriquecido. Hemos cosido las costuras de esos personajes amoldándolos a ellas», asegura.
El cineasta saldañés destaca la profesionalidad y la implicación de María Barranco y Elisa Matilla desde el primer momento. «Ambas se lo han tomado como si fuera el papel de su vida», asegura Pablo Quijano, que para esta obra que gira en torno al mundo rural ha elegido escenarios de la tierra que le vio nacer. «Para mí es muy importante hacerlo en mi tierra, aunque suponga un tremendo esfuerzo para todo el equipo y un sobrecoste para la producción», comenta.
'Rubio cobrizo' nace como una inspiración libre del reportaje televisivo de las famosas vecinas de Valencia, para intentar entender cómo ambas llegaron a una guerra tan extrema. Corría el 29 de junio de 2007 cuando el programa 'Callejeros' de Cuatro emitía un reportaje sobre conflictos vecinales y presentaba a Isabel, una mujer de Valencia que tenía graves problemas con su vecina Vicenta: amenazas de muerte, lanzamiento de heces y orinas, gritos constantes. Una década más tarde, la justicia dio la razón a Isabel mientras ambas mujeres se convertían en fenómenos virales y parte de la historia de la televisión.
Está previsto que 'Rubio cobrizo' esté finalizada a mitad de este año y que pueda comenzar su recorrido por festivales, por ello en breve se comenzará a trabajar en el plan de distribución nacional e internacional.
Pablo Quijano agradece la implicación de los diferentes ayuntamientos de las localidades que se han implicado en todo momento en la producción del cortometraje. «Para mí lo normal es rodar aquí porque escribo pensando en localizaciones concretas y que son de Palencia. Lo anormal es rodar algo en Madrid», indica. 'Rubio cobrizo' se trata de un corto que combina las escenas de exteriores con los planos en interior, como símil a la problemática sobre la enfermedad mental que hace de hilo conductor durante toda la trama.
El joven director recomienda a todos los jóvenes palentinos que sientan pasión por este oficio que lean mucho teatro y aprendan todo lo posible gracias a las diferentes herramientas a su alcance. «Ser de un pueblo o de una provincia nunca limita, tenemos acceso a Internet y a plataformas. Hay muchas formas de hacer cine y hay que luchar porque nuestras zonas nos apoyen. Hay que llamar a las puertas de donde se ha crecido», defiende.
El amor de Pablo Quijano por el cine y el teatro se remonta a su infancia, momento en el que ya comenzó a hacer teatro en un pequeño grupo. Influenciado también por su madre, coordinadora de este grupo en Carrión de los Condes, empezó a sentir que esta era su verdadera vocación. Con apenas 18 años se trasladó hasta Madrid para comenzar la carrera de Arte Dramático en el Estudio Corazza, estudios que en un principio compaginó con la carrera de Periodismo, que acabó abandonando debido a las primeras ofertas como actor que le comenzaron a salir.
En el Estudio Corazza comenzó su andadura en esta profesión siguiendo los pasos de actores de la talla de Javier Bardem, que también estudió en él. Empezó a trabajar a las órdenes de Ernesto Caballero en el teatro madrileño María Guerrero y, a la par, comenzó a grabar algún corto de forma casera con su propio móvil. Un salto natural que dio fruto del interés que comenzó a suscitar en él la dirección. «Soy un director un poco atípico porque realmente vengo del mundo de la interpretación», confiesa.
'Marinera de luces' fue el primer cortometraje profesional de Pablo Quijano. Rodado de forma íntegra en su pueblo natal, Saldaña, le valió diferentes premios y reconocimientos como una mención especial en la Seminci de Valladolid o el premio a mejor cortometraje en el Festival de cine de Castilla y León de Medina de Campo.
«Para mí, actuar y dirigir han ido muy de la mano. Necesitaba contar historias, no solo interpretar las de otros. Fue un salto bastante natural. A veces me gusta volver a actuar porque vuelvo a reconectar de alguna forma, pero donde yo creo que me siento muy realizado es contándolas», explica. Una prometedora trayectoria la de este director saldañés que no dejará de dar voz a todas las historias que merecen ser contadas y reivindicadas, sin olvidar además sus raíces palentinas.
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Jon Garay y Gonzalo de las Heras
Equipo de Pantallas, Leticia Aróstegui, Oskar Belategui, Borja Crespo, Rosa Palo, Iker Cortés | Madrid, Boquerini, Carlos G. Fernández y Mikel Labastida
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