La tala y reforestación de los entornos del Carrión podrá seguir adelante

Desde el Ayuntamiento, aunque se estima que el procedimiento seguido es el adecuado, ya que se entiende que el permiso de la CHD no debe pedirse hasta que está aprobado el proyecto, se ha optado por no recurrir judicialmente la resolución del Contencioso, con el fin de no paralizar durante más tiempo el proyecto.

El concejal de Medio Ambiente, Juan Antonio Marcos, explicaba durante la presentación del nuevo programa de plantación de árboles en la ciudad, que el juez ha anulado únicamente el proyecto de los caminos biosaludables, ya que no tiene informe favorable de la CHD, pero que no se ha pronunciado expresamente sobre el otro proyecto, referido a la regeneración ambiental, que supone la tala de cerca de setenta árboles (chopos híbridos de plantación) para su sustitución por un centenar de nuevos ejemplares de especies autóctonas.

«Vamos a seguir con este proyecto, que insisto en que está destinado a evitar accidentes y a sustituir unas especies que no son autóctonas, que están ya al límite de su capacidad vital, que están muriéndose, por otros árboles. Estamos intentando que no haya accidentes y además, los vamos a sustituir por especies autóctonas de ribera, que son mucho más bonitas, más resistentes, que se adaptan mucho mejor al medio, que viven muchos más años y que van a aumentar la biodiversidad de nuestro bosque de ribera, que es una maravilla y que está muy bien conservado», recalcó el concejal de Medio Ambiente.

Juan Antonio Marcos explicó que para ello el Ayuntamiento debe corregir el defecto de forma del procedimiento administrativo que se advertía en la resolución judicial, lo que supone incorporar al expediente el informe favorable de la Confederación Hidrográfica del Duero, dado que la parte de las actuaciones relativa a la tala de los árboles y su sustitución por otras especies sí ha recibido el visto bueno del organismo regulador de la cuenca fluvial.

Una vez corregido el defecto de forma en el expediente, el edil indicó que la empresa pública Tragsa, a la que se encomendado la tarea, podrá retomar los trabajos. Se trata de un proyecto denominado Regeneración de la Vegetación de la Ribera del Río Carrión, que ha sido encargado a la empresa Tragsa a través de un convenio con la Diputación de Palencia, a la que el Ayuntamiento de la capital ya ha pagado 203.685 euros.

El objetivo es actuar sobre toda la vegetación comprendida entre Puentecillas y el parque Marcelino Champagnat (a la altura de los Maristas aproximadamente), en ambas orillas del cuérnago del Carrión (cauce más próximo al casco urbano). Son más de 10.000 metros cuadrados, que serán desbrozados para eliminar la maleza acumulada. Además, se actuará sobre 63 chopos que se encuentran en muy mal estado y que serán talados por completo. En otros 71 ejemplares se efectuarán labores de saneamiento, para la eliminación de las ramas secas y prácticamente en todos los árboles de la zona se procederá a ejecutar podas para la mejora de la salud de la flora.

El proyecto incluye además la plantación de 111 nuevos árboles, que sustituirán a los 63 que van a talarse, pero que en lugar de chopos híbridos de plantación, como son los actuales, se tratará de diversas especies autóctonas, como alisos y fresnos fundamentalmente.

Esta intervención ha sido ya muy criticada por organizaciones como la Plataforma en Defensa del Arbolado, que la consideran excesivamente invasiva y contraria a los criterios de preservación del medio ambiente. Las duras críticas que recibió el proyecto y denuncias como la presentada anteriormente contra el proyecto de retirada de árboles en el parque de los Jardinillos, que se cerró con una resolución judicial en contra, llevaron finalmente al Ayuntamiento y a Tragsa a modificar la propuesta inicial de intervención en la ribera del río que habían elaborado.

El objetivo de aquel primer borrador era la limpieza prácticamente total de todos los ejemplares de chopos híbridos del tramo ribereño de la capital palentina por los problemas que acarrean. Se quería actuar de esta forma sobre más de 400 ejemplares, para lo que Tragsa elaboró un inventario pormenorizado sobre la situación vital de cada uno de los árboles de la zona. Finalmente, para evitar problemas el listado de árboles sentenciados se redujo a 63.