El Súper Agropal Palencia supera el trámite de la Copa con victoria

Los de Luis Guil realizaron un partido más propio de pretemporada, a un ritmo no demasiado alto y con muchas imprecisiones en todas las facetas del juego, propio sobre todo de disputar un partido sin nada en juego ante un rival de inferior categoría. Los mejores en el conjunto palentino fueron Cameron Krutwig y Mathieu Kamba con 14 y 8 puntos respectivamente –con especial mención a la intensidad constante de Juampi Vaulet–, en un encuentro donde el gran atractivo para la afición morada fue el regreso de 'Chivi' Merlo al Pabellón Municipal tras lograr el ascenso con la elástica palentina hace dos temporadas.

El encuentro arrancó con el ritmo lento esperado dadas las circunstancias y sin nada en juego. El Súper Agropal Palencia llevó la delantera en el marcador desde la primera acción. Vaulet lideró en acierto el ataque morado ante un Clínica Ponferrada muy competitivo (9-4). Los visitantes lograron igualar la contienda a base de intensidad y aprovecharon el desacierto palentino, provocado precisamente por falta de intensidad (9-8).

Los de Luis Guil vivieron unos momentos complicados en ataque, demasiado anárquicos y topándose de manera constante con la defensa visitante –cerrando el primer cuarto con 7 pérdidas–. Dimitrov, con un triple, desatascó a los palentinos, aunque Herrera desde la línea de tiros libres recortó nuevamente diferencias para cerrar el primer cuarto con apenas dos puntos de ventaja (12-10).

El ritmo de los locales en el inicio del segundo cuarto fue similar. El triple inicial de Adam Kunkel fue un mero espejismo y el Clínica Ponferrada en dos acciones consecutivas de canasta, la segunda tras robo, obligó a Luis Guil a pedir el primer tiempo muerto del encuentro (15-13). Las indicaciones del técnico sevillano sí lograron que el Súper Agropal Palencia metiese una marcha más. Dimitrov y Mballa comandaron los mejores momentos de la primera mitad del conjunto morado (25-16).

El tiempo muerto visitante no logró frenar a los palentinos, ahora sí, dejando buenas sensaciones en pista. Un triple de Borg y un buen palmeo de Mballa ampliaban la brecha local en el marcador (32-19). Reaccionó el conjunto berciano en los últimos minutos del cuarto a base de triples. Herrera y Romero desde la larga distancia lograron recortar diferencias aprovechando una nueva pequeña relajación local. Kamba cerró el cuarto con un último triple frontal con el que mandar a ambos equipos a vestuarios con 39-28.

El choque regresó con un mate de Morales y un gran reverso de Krutwig en la pintura como únicas anotaciones en varias posesiones. Luis Guil paró el partido para tratar de revitalizar y devolverle la intensidad a los suyos. El propio Krutwig y dos triples consecutivos de Kunkel, sumado a la marcha más en defensa de los palentinos terminó por romper prácticamente el encuentro. Kamba le puso el broche de oro al parcial tras un gran pase de Vaulet para colocar la máxima hasta el momento, más dieciocho para los locales (51-33).

Los dos equipos se dejaron ir ante la ventaja morada, con Kamba o Wintering logrando sacar de vez en cuanto, con alguna jugada individual, los aplausos del público del Pabellón. La diferencia en el marcador fue estable rondando los veinte puntos en los últimos minutos del cuarto, finalizando con 62-41.

Remontada imposible

El Clínica Ponferrada afrontó el último cuarto dispuesto a pelear cada balón y soñar con una remontada casi imposible. Un parcial inicial de 2-9 para los visitantes obligaba a Luis Guil a detener el juego para tratar de frenar la sangría, aunque con el partido más que controlado. El cuadro morado regresó a pista con dos buenas acciones consecutivas. Triple de Dimitrov y bandeja de Kunkel para recobrar la tranquilidad en el Pabellón. Las constantes visitas del cuadro berciano a la línea de tiros libres y una antideportiva señalada sobre Pablo Hernández le valieron a los de Oriol Pozo para maquillar un poco el marcador. En las filas palentinas, Álvaro Domínguez dispuso de los últimos minutos del choque y anotó un triple desde la esquina con el que explotó el Pabellón. Finalmente, victoria morada en un partido de trámite por 83-61.