Siro sobre el cierre de su planta de galletas en Venta de Baños: «Se trata de una decisión muy difícil»

La compañía aboga, «tal y como ha hecho durante todo el proceso de negociación del Plan de Competitividad, por la negociación y el diálogo para alcanzar las mejores condiciones y con el menor impacto para la plantilla afectada», actualmente integrada por 197 personas. «Entre ellas, la posibilidad de recolocación del 100% de la plantilla en Castilla y León, y a aquellos que no quieran la recolocación se les aplicará las condiciones acordadas con el comité de empresa y la compañía en una reunión con el SERLA de Castilla y León el pasado día 10 de marzo», agrega en un comunicado.

Cerealto Siro Foods lleva meses negociando el Plan de Mejora de Competitividad con las plantas del grupo en España, «requisito indispensable para la entrada del socio inversor». En las últimas semanas, la compañía ha alcanzado un preacuerdo con los comités de empresa de la planta de Aguilar de Campoo, que ha sido ratificado por amplia mayoría por los colaboradores de dicha planta, y los Centros Especiales de Empleo para la puesta en marcha del Plan de Mejora de la Competitividad, con los que está pendiente retomar las votaciones para su aceptación. Por su parte, el Comité de Empresa de Toro tiene previsto someter el acuerdo a votación hoy en asamblea.

«La entrada del socio inversor como accionista mayoritario de la compañía está condicionada a la firma del Plan de Competitividad que debe cerrarse en los próximos días, y, que, de no producirse, implicará la retirada inmediata de la oferta por parte del socio inversor», agregan desde Cerealto Siro Foods.

«Se trata de una decisión muy difícil, pero nos encontramos en un momento clave para la compañía en el que debe imperar la realidad sobre la emoción. La planta de VB1 presenta unas condiciones de falta de competitividad que hace inviable su futuro en la compañía. Tiene un coste salarial un 29% superior a la media del resto de plantas que la compañía tiene en España; un nivel de absentismo del 18,2% sobre una media del 6% en la región y una certificación de calidad IFS en su nivel básico», concluyen.

Por su parte, desde el sindicato UGT, mayoritario en el comité de empresa de la planta, se insiste en que «lo que quiere la compañía es que pidamos la cuenta voluntariamente». «A los trabajadores menores de 55 años, que son los que más pueden aceptar el traslado, les ofrecen el salario que haya en la planta de origen y el que tenga el puesto al que vayan, además de con la rebaja salarial y la mochila que haya allí. A los trabajadores mayores de 55 años les dejan con el mismo salario, pero porque saben que no van a querer ir», agregan desde el sindicato UGT.

«A los que no quieran la recolocación les ofrecen bajas voluntarias con 33 días por año y un máximo de 20 mensualidades, como están ofreciendo en otros sitios, pero aquí no se trata de bajas voluntarias, sino forzosas. Lo ponen difícil para que digamos que no, porque amenazan con que, si no se llega a un acuerdo, en tres meses cierran la planta», agregan dese UGT. «Pedimos unas salidas dignas», apostillan desde el comité de empresa. «Vamos a pedir responsabilidades para saber dónde han ido todas esas ayudas de la Junta a Siro», añaden.