Ayanta Barilli | Periodista y escritora
«Siempre enseñé a mi padre los libros ya publicados, no podía compartir con él los textos»Secciones
Servicios
Destacamos
Ayanta Barilli | Periodista y escritora
«Siempre enseñé a mi padre los libros ya publicados, no podía compartir con él los textos»No era la primera vez que la escritora y periodista Ayanta Barilli, hija de Fernando Sánchez Dragó, estaba en Palencia. Ya la había visitado mientras trabajaba para un programa de radio hace años, pero de las veces anteriores solo recordaba «el frío increíble y helador». ... Finalista del Premio Planeta en 2018, este viernes estuvo en la Biblioteca Pública, a través del Instituto Castellano y Leonés de la Lengua, para presentar su último trabajo, 'Si no amaneciera'.
–¿En qué consiste su último trabajo?
–'Si no amaneciera' es una historia que se desarrolla a lo largo de 24 horas entre un padre y una hija. Cada capitulo es de uno de ellos y entre los recuerdos transcurre un siglo de historia.
–¿Es autobiográfica?
–No, es una novela de ficción, pero evidentemente los escritores escribimos sobre lo que conocemos y lo que mejor conocemos es nuestra propia vida y la vida de quienes nos han rodeado. Entonces hay algunos elementos que pueden coincidir con la realidad y luego, metidos en una batidora, que lo convierten en un libro de ficción.
–La primera obra que usted escribió, 'Pacto de Sangre', la hizo a medias con su padre...
–Sí, mi padre escribió una mitad y yo, la otra mitad, porque eran dos cartas cruzadas. La carta de mi padre hacia mi hermano pequeño, que acababa de nacer, y una carta mía a él, a mi padre. Ese fue mi primer libro.
–Y con su segundo trabajo fue finalista del Premio Planeta…
–Sí, 'Un planeta oscuro' es una historia completamente autobiográfica y ahí reconstruyo la línea italiana de toda la vida materna, de mi bisabuela, abuela y madre. La verdad es que sentí una enorme sorpresa, es como ganar la lotería, pero habiendo trabajado mucho en ello. Yo tardé seis años en escribir esa novela y fue un trabajo muy hondo y con unas implicaciones psicológicas muy fuertes, porque conocer toda la historia de las mujeres de mi pasado es duro y al mismo tiempo es interesantísimo y muy sanador. Es el ejercicio necesario de guardar la memoria, que me parece uno de los motivos principales por los que un escritor se sienta a escribir.
–¿Qué influencia ha tenido su padre en su obra?
–Muchísima. Está claro que soy hija de escritor, de un escritor muy célebre y que me ha criado con una sopa de letras. Ese objeto mágico que es el libro para mí siempre ha tenido una presencia fundamental en mi vida, por lo tanto la influencia es enorme. Pero no es mayor influencia que ser un hijo de un médico, por ejemplo. En las familias a menudo se repiten pasos parecidos, luego cada uno con sus cualidades y sus circunstancias.
–¿Enseñaba sus escritos a su padre antes de publicarlos?
–No, nunca. Siempre le he enseñado los libros publicados, no podía compartirlo con él. Yo tengo un primer lector, muchos escritores lo tenemos, que es una persona de confianza, con la que discutimos, vemos y arreglamos cosas, además de todo el proceso de edición. Con mi padre lo que hacía, tanto él con sus libros como yo con los míos, es que conversábamos mucho mientras los estábamos escribiendo, pero sin enseñar nunca el texto.
–¿Cómo fue de emotivo recoger en Valladolid el Premio Castilla y León de las Letras a su padre, recientemente fallecido?
–Él acababa de fallecer pocos días antes y este premio, que tenía que recogerlo en vida, se convirtió en un premio póstumo. Me sentí en la hermosa obligación de leer ese discurso que había estado escribiendo hasta la mañana en la que murió. Es un discurso largo, como media hora, que yo no me atreví a leerlo antes porque era demasiado para mí. Así que lo leí recibiendo el premio y fue una experiencia muy espiritual porque lo leí para dentro y para fuera. Es un discurso precioso y un testamento vital, le sentí con vida a través de sus palabras y de sus escritos, que al fin y al cabo es lo que define la labor de mi padre.
–Ha hecho series y películas, teatro, trabaja en la radio, escribe novelas… ¿Qué le llena más?
–Lo que más me gusta de todo es escribir. Siempre me ha gustado contar historias, que lo puedes hacer a través de la interpretación, del teatro, de la danza, del periodismo, donde al mismo tiempo escuchas historias de los demás, que son muy enriquecedoras y desatan mi imaginación. Pero el puerto al que quería llegar después de todo este periplo era y es sentarme a escribir.
–¿Y de dónde saca el tiempo?
–El tiempo lo encuentro durmiendo muy poco y trabajando mucho. El tiempo se dilata con trabajo y disciplina y también, por supuesto, guardando unos ratos de asueto para disfrutar de otras cosas. Yo soy una escritora de mañana, del alba, es el momento que más me gusta para escribir. Por la tarde entro ya en barrena y puedo hacer el programa de radio, leer, documentarme, alimentar lo que escribo por la mañana, pero para escribir necesito estar recién despierta. Lo diferencian entre los búhos y las alondras, la alondra es el pájaro del alba, de la mañana, así que yo soy alondra, pero muchas veces por los horarios del programa de radio no puedo, así que me voy amoldando un poco a lo que son mis circunstancias.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.