El Seprona, activo en Palencia

Hace poco más de una semana, la Guardia Civil procedió a la instrucción de diligencias en calidad de investigado a un cazador de 30 años, vecino de la capital palentina, como presunto autor de un delito relativo a la protección de la flora, fauna y animales domésticos, por abatir un corzo en época de veda en el Alto del Cristo de Guardo. Se trata esta de la última actuación conocida del Seprona (Servicio de Protección de la Naturaleza) de la Guardia Civil, que el pasado año abrió casi sesenta diligencias judiciales y expedientes sancionadores por furtivismo en la provincia de Palencia, de acuerdo con los datos facilitados por el instituto armado.

«No hay en Palencia una especial acción contra el medio ambiente. Sí que es verdad que la mentalidad de antiguos usos y costumbres sigue vigente y hay que explicar a la gente que, lo que antes estaba permitido, ahora es infracción o delito. Piratas hay en todos los lados, nuestra labor es intentar detectarlos y que no cometan acciones, pero no es una provincia especialmente conflictiva», señala el oficial jefe del Seprona en Palencia, servicio que cuenta en la actualidad con una plantilla de 31 especialistas en la provincia –hay alguna vacante que debe cubrirse–, «incluyendo personal que se dedica específicamente a la investigación, y después las patrullas de motoristas todoterreno, que son los que nos dan imagen, los que más se ven en la calle», añade el oficial jefe de este servicio en Palencia.

El Seprona cuenta con patrullas en Barruelo de Santullán, Guardo, Herrera de Pisuerga, Torquemada y Saldaña, además de la sección en Palencia, que incluye la oficina técnica, el equipo de investigación y la patrulla de la Comandancia. «El ámbito de actuación de las patrullas lleva desde Urbanismo hasta vertidos o emisiones a la atmósfera, pasando por furtivismo o delitos contra el patrimonio histórico y arqueológico o la protección de las aguas. Cuando se creó el Seprona, lo que más en auge estaba era la protección de la caza, la pesca, la flora y la fauna, pero el ámbito de actuación de nuestras patrullas es inmenso. Dentro de los animales de compañía y de producción, también conocemos sobre el maltrato animal, que está en auge ahora porque había antes unos usos que eran permitidos, pero el tratamiento que tienen ahora los animales de compañía y de producción no es el mismo que tenían hace unos años. No solo es la protección de la fauna silvestre y de la legislación de caza, sino que también entran los animales de compañía y producción», hace hincapié el oficial jefe del Seprona en la provincia.

«En Palencia, nuestro buque insignia en cuanto a protección máxima es el oso. Es verdad que los incidentes con osos han sido muy puntuales, pero son los animales que más repercusión tienen porque son los que más alta protección tienen de nuestra fauna. Después vendría el lobo, que es especie cinegética en León. Estamos al norte del Duero y es especie cazable, pero sí se puede tener un efecto llamada para cazadores de otras comunidades donde no tienen permitido cazarlo. Ydespués, donde más incidencia tenemos de casos de furtivismo es en el corzo y el venado, son los animales con los que los cazadores más tienden a infringir la normativa en cuanto a la caza, lo que más se detecta», puntualiza el oficial jefe del Seprona en Palencia.

Centrándose en el furtivismo, una acción destacada del Seprona el pasado año en Palencia fue la del 1 de abril (día de apertura de la época hábil caza la del corzo), cuando se denunció a un cazador y a una Junta Vecinal en Villambrán de Cea por el abatimiento de un corzo macho, careciendo de autorización nominal y no colocándole el correspondiente precinto. Se decomisó un trofeo de corzo macho, un rifle de caza mayor y un precinto.

También el 1 de abril se instruyeron diligencias con un investigado no detenido por un delito de caza furtiva y denuncias en Tariego de Cerrato por el abatimiento de un corzo macho careciendo de autorización, con un arma prohibida para la caza. Se decomisó un cadáver de corzo macho y un arma de fuego del calibre 22.

El 16 de abril se denunció por infracción caza en Villarrabé por el abatimiento de un corzo macho careciendo de precinto. Se decomisó el cadáver un corzo macho y un rifle de caza mayor. El 13 de septiembre, se abrió procedimiento por infracción administrativa por la cría en cautividad de un jabalí en la localidad de Villaherreros. Y el día 21 de ese mes, se produjo otro hecho de interés judicial o administrativo por el hallazgo de un venado decapitado en la localidad de Salinas de Pisuerga.

El 18 de noviembre, el Seprona abrió diligencias de exposición de hechos por un supuesto disparo a un oso en una cacería en la localidad de Casavegas, el hecho sin duda más mediático del año en Palencia. Y el 6 de diciembre, se investigó a dos personas por cazar en el Parque Natural de Fuentes Carrionas.

Asimismo, el Seprona actuó el 21 de enero por tenencia de cartuchos de posta, y el 27 de ese mismo mes, por una infracción por espera y aguardo de lobo incumpliendo la autorización, y por el uso de útiles y productos para atraer no autorizados, cebadero no autorizado y construcción de una caseta sin autorización. Por último, el 26 de junio se abrió un procedimiento sancionador por infracción por tenencia de 77 trofeos de caza sin poder acreditar procedencia.

Además, el Seprona contabilizó 46 infracciones administrativas por no portar licencias de caza; cazar en zonas de seguridad; por el transporte de ciervos sin precinto; por la no señalización de coto; por expedir tarjeta de coto en blanco; por transportar armas cargadas para disparar en zonas de seguridad; por transportar un arma cargada para disparar en vehículo, y por el transporte de una cabeza de ciervo sin precinto.