El sentido de comunidad que marca el día a día del barrio de María Cristina

Una tarde calurosa en la que más que reivindicaciones, lo que se compartieron fueron vivencias y recuerdos. Una de las protagonistas fue María Isabel Calvo, quien ha agradecido a todo el barrio el cariño y la implicación que siempre han tenido todos los vecinos con su familia y especialmente con su padre, Hilario Calvo, quien falleció hace una semana a los 88 años, «tras dar un paseo por su calle», recuerda su hija.

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Un espíritu que no ha cambiado y que Calvo denomina como un pueblo pequeño dentro de Palencia, formado por familias que han crecido juntas y que se han ido cuidando mutuamente. «Una unión que permanece desde hace muchos años y que esperemos que aquellos que se vayan incorporando, entiendan», destaca.

Ahora no vive en este barrio, sino fuera de la ciudad, pero con una misma filosofía. «He sido incapaz de meterme a vivir en un piso donde apenas te saludas con tu vecino. Nosotros aquí somos vecinos y esta vecindad se ha perdido. Hemos querido recordar lo que es ayudarse unos a otros y yo he visto cómo han cuidado siempre de mis padres», recalca Calvo.

Teodoro Fernández lleva dos años como presidente de la asociación de vecinos de María Cristina, tiempo en el que han conseguido dar salida a muchas peticiones, como un mayor control durante las fiestas de Palencia sobre el uso que se hace de esta singular zona para orinar en la calle. Para ello, pidieron al Ayuntamiento de Palencia un aumento del número de baños públicos, así como una mayor presencia de la Policía Local en la zona. «Nosotros sabemos dónde vivimos y lo único que pedimos es una buena convivencia», recalca Fernández. La limpieza también ha mejorado sustancialmente y también han conseguido tener fibra e internet en todas las viviendas.