Los secretos de las estalagmitas

Se trata de dos grupos de investigación diferentes de la Universidad de Burgos, que van a desarrollar dos líneas de estudio diferentes, una el paleomagnetismo y la otra, las variaciones climáticas. «La idea inicial era localizar una cueva en el geoparque donde poder muestrear. Previamente a la concesión de esta ayuda, ya teníamos un proyecto en marcha en la Cueva de los Franceses desde el pasado junio y ya conseguimos unas estalagmitas, aunque sin analizarlas todavía en profundidad», detallan los investigadores.

Por la parte del paleomagnetismo, «vamos a intentar ver el registro del campo magnético antiguo en los minerales. Como el campo magnético va variando, queremos ver cómo evoluciona este registro. Las muestras que contamos todavía no están datadas, pero tendrán una edad de alrededor de 10.000 años. Por otro lado, las muestras darán una idea sobre cómo ha evolucionado en el entorno de la cueva la temperatura y la precipitación. Hasta el momento, la mayoría de modelos climáticos y lo que sabemos de paleoclima se ha sacado de zonas oceánicas o el hielo de la Antártida. En los últimos años estamos muy centrados en esta línea, que nos da idea de cómo ha sido la evolución climática en zonas más representativas para nosotros para saber si la situación actual o las venideras, van a ser muy diferentes a las pasadas», explican.

El trabajo financiado por Gullón permitirá presentar resultados en septiembre de 2025, y ahí se sabrán, al menos en una de las estalagmitas, datos de edad, registro magnético y de isótopos. «Necesitamos saber las condiciones ambientales actuales para poder interpretar otras muestras registradas. Para eso necesitas al menos comparar estas variaciones durante dos o tres años. Entonces, la idea es seguir trabajando allí durante mucho tiempo», añaden.

En cuanto a Palencia como epicentro de las investigaciones, opinan que «el lugar es idóneo, sobre todo por la ubicación del geoparque, que te aporta la infraestructura y la ayuda para ir a muestrear e ir regularmente a analizar. Hay también más gente trabajando en la misma Cueva de los Franceses y podemos implicarlos. Además, está en un sitio donde apenas se han realizado estudios sobre el campo magnético, ni climáticos», dicen.

En cuanto a las bondades de estos estudios para la población en general, confiesan que «la evolución climática está a la orden del día. Si ahora mismo se dan sequías o eventos como la DANA de Valencia, podremos saber si esto es normal o cada cuanto se da, cuánto ha afectado y si va a ser común en el futuro. Lo podremos saber o intentar prever analizando estos registros de las estalagmitas. Sobre la actividad de las variaciones del campo magnético, hoy en día que estamos todos con teléfonos móviles, satélites y demás, y es muy interesante. Es algo que no tenemos tan presente y nos puede influir tanto en temas más tecnológicos, como en otros aspectos», argumentan.