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La Junta de Castilla y León ha confirmado que, a día de hoy son cuatro los afectados de tularemia en Palencia -tres de Paredes de Nava y uno en Fuentes de Nava-. Sanidad ha seguido el protocolo marcado, de acuerdo con los criterios epidemiológicos, ... clínicos y analíticos recogidos en el Protocolo de Red de Vigilancia Epidemiológica de Castilla y León, ya que la tularemia es una enfermedad de Declaración Obligatoria. Además, se está investigando otros tres casos sospechosos.
Desde el Servicio Territorial de Sanidad, y dadas las circunstancias actuales, se está procediendo a realizar una búsqueda activa de casos de esta enfermedad que hubieran podido pasar desapercibidos en las últimas semanas. Sobre los antecedentes de riesgo, la exposición medioambiental es el principal factor.
La tularemia es una enfermedad que puede cursar con distintas formas de presentación en relación con la exposición y el mecanismo de contagio. Pueden aparecen síntomas semejantes a los de un proceso infeccioso (aparición brusca de fiebre alta, malestar general) y, en ocasiones, con lesiones en los dedos y ganglios axilares, alguna vez ulcerados, en forma úlcero-ganglionar.
La tularemia es endémica en Castilla y León, con brotes cíclicos. No es contagiosa entre personas, tiene un adecuado tratamiento mediante antibióticos siempre prescritos por facultativos. La prevención es, sin duda, la mejor fórmula parta evitar su contagio, ya que la adopción de una serie de conductas fácilmente aplicables evita su transmisión.
Por ello, la Junta, dentro de las actuaciones informativas que está llevando a cabo la Consejería de Sanidad, con la difusión de folletos preventivos sanitarios, quiere hacer hincapié y recordar los siguientes consejos frente a la tularemia. Así, ha de evitarse el contacto con animales muertos, enfermos o comportamientos no naturales; evitar el consumo de aguas no controladas sanitariamente; es necesario protegerse de las nubes de polvo en aquellos lugares donde proliferen animales susceptibles de la transmisión de la tularemia; utilizar ropas protectoras y productos repelentes para evitar picaduras de insectos o garrapatas; utilizar guantes y mascarillas cuando se capturen animales, se manipulen o se retiren; utilizar guantes protectores en la pesca y manipulación de cangrejos; no permitir que los niños toquen animales muertos, y la carne de los animales silvestres ha de consumirse perfectamente cocinada.
También, si se observa la presencia de animales muertos, con lesiones o comportamientos no naturales, es necesario comunicar este hecho a los responsables de caza y/o sanidad animal. En caso de aparición de síntomas sospechosos de esta enfermedad (fiebre, hinchazón de ganglios, úlceras cutáneas), ponerse en contacto con el médico.
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