Saldaña propone a la CHD abrir el campin solo en primavera y verano

Tanto la confederación como el Ayuntamiento coincidieron en señalar que la reunión había transcurrido «en un ambiente cordial» y que ambas instituciones se habían comprometido a «trabajar en busca de una solución». La solución que planteó el Ayuntamiento a la confederación no es otra que seguir manteniendo la instalación en su lugar original y retirar las caravanas en invierno y otoño, estaciones en las que el riesgo de inundaciones aumenta. «El campin estaba ahí antes de la normativa. Es anterior a la Ley de Aguas. Lo que hemos solicitado es que ese espacio siga siendo un campin y que de octubre a abril se podría solicitar a los usuarios que retiren las caravanas», explicó ayer el alcalde de Saldaña, Adolfo Palacios.

El Consistorio es muy consciente de que la seguridad debe primar por encima de otros aspectos, según señala el alcalde. «Estamos dispuestos a poner todas las medidas necesarias para evitar daños a personas y bienes. Yo no he visto nunca esa zona inundada entre mayo y octubre y esa es la época en la que queremos seguir utilizando este espacio, como lo llevamos haciendo desde hace 35 años», añadió el regidor.

Otra de las medidas que ha propuesto el Consistorio es la construcción de alguna protección que impida la entrada de agua en la instalación en las inundaciones. «En la reunión hemos aportado fotografías en las que hemos demostrado que durante las riadas lo que se inunda es solo una parte. Les hemos planteado también que podríamos construir una protección y si la CHD no está dispuesta a autorizar estas actuaciones, que al menos nos siga permitiendo –como sucedía hasta ahora y desde 1985– utilizar las instalaciones en los meses en los que hay una mayor afluencia en el campin», recalcó Palacios.

El alcalde espera que pronto se llegue a una solución, ya que asegura que no existe en el municipio un lugar acondicionado en el que poder reubicar la instalación, que se ha convertido en uno de los activos para la economía del pueblo. «La repercusión que tienen en el municipio las 45 familias que se instalan en el campin es muy importante. Además, hay un perjuicio para la hostelería, con independencia de los problemas que se le ocasionan al adjudicatario del campin porque nosotros hemos tenido que resolver el contrato, con lo que tendremos que idemnizarle por los años que tiene de adjudicación», sentencia Palacios.