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Embellecer sus calles y sus casas, que el color tape el gris de estas localidades dejadas a su suerte, y denunciar a la vez mediante la pintura y el arte la situación de abandono del mundo rural, la falta de servicios, la agonía de la España Vaciada. Es el propósito que la Asociación de Vecinos de Palacios del Alcor, pedanía de Astudillo, pretende con la iniciativa ideada por uno de sus residentes, Jesús María Fernández, y a la que ya se han sumado otros vecinos de decorar con murales las fachadas de sus viviendas, traseras o inmuebles como el antiguo ayuntamiento y escuela. Y con un resultado muy exitoso, pues cada vez son más los curiosos que se acercan hasta Palacios del Alcor para ver estos trabajos, de localidades cercanas pero también extranjeros, con el boca a boca como vehículo de transmisión.
«La propuesta fue mía, yo soy socio y antiguo presidente de la asociación de vecinos, pero está participando todo el pueblo. Lo que queremos denunciar es lo que le pasa a estos pueblos, que están medio muertos pero aún les late el corazón. Pretendemos alargar su vida, que no todo sea gris, pues el color encaja bien», afirma Jesús María Fernández, que fue el primero que decoró la fachada de su casa con un mural y a quien ya se han sumado otros vecinos, que en una trasera han pintado la entrada a una farmacia (nunca ha habido en el pueblo, pero lo que se quiere denunciar es eso, la falta de servicios) o en la fachada del viejo ayuntamiento y escuelas han realizado quince murales en el espacio que antes ocupaban puertas y ventanas (el edificio se tapió cuando se vino abajo el tejado). Un paisaje del pueblo en una puesta de sol o un huerto con un simpático cerdo asomado a la puerta son otros de los coloristas murales, pero sin duda el proyecto estrella en el que trabajan los vecinos es en la confección de un rollo en la plaza con un aire modernista, muy de Gaudí.
«Era un símbolo jurisdiccional, los reyes cuando daban el título de villa a una localidad, le daban también el poder de jurisdicción propia, de poder aplicar penas. En Palacios del Alcor hubo un rollo durante siglos, pero cuando se trasladó la plaza a otro lugar, el rollo no se llegó a erigir de nuevo y acabó desapareciendo la piedra. Queremos recuperar ese símbolo de que Palacios del Alcor fue villa y tenía su jurisdicción y estamos haciendo un rollo modernista de 5,5 metros con hormigón armado recubierto con teselas. Todos los vecinos están rompiendo azulejos», comenta Jesús María Fernández, que para los materiales, pinturas y demás gastos está adelantando dinero, si bien hace hincapié en que el regidor de Astudillo se ha comprometido a la devolución del mismo.
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
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