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Labores de desinfección de la UME en la residencia Nuestra Señora de las Mercedes. El Norte
Coronavirus en Palencia: La residencia de Carrión niega que rechazara ayuda de la Guardia Civil

La residencia de Carrión niega que rechazara ayuda de la Guardia Civil

El director del centro asegura que «la situación está más controlada» y que se actuó cuando tuvieron los resultados de los test

Álvaro Muñoz

Palencia

Sábado, 25 de abril 2020, 13:18

«Nunca nos hemos negado a la ayuda de nadie». Así de tajante se mostró ayer el director de la residencia Nuestra Señora de las Mercedes de Carrión de los Condes, José María Labrador, sobre las recomendaciones que ofertó el equipo NRBQ (Defensa Nuclear, Radiológica, Biológica y Química) de la Guardia Civil de Palencia.

Eso fue a principios de abril, cuando el centro de mayores contaba los positivos por coronavirus con los dedos de una mano. Quince días más tarde, la residencia, con 130 usuarios en sus instalaciones, sumaba ya treinta casos por covid-19, lo que propició que interviniera la propia Guardia Civil, la Unidad Militar de Emergencias (UME) y la Junta de Castilla y León. «Toda la ayuda que nos han ofrecido, la hemos aceptado, tanto material como personal. Antes de que se dieran todos los positivos, siempre pensaba 'para hacer qué', ya que no teníamos problemas. Nos agarramos a todas las guías que habían salido para hacer frente al coronavirus. Hemos seguido esas pauta», detalló Labrador.

La situación se complicó a principios de esta semana cuando los test realizados por la Junta dispararon todas las alarmas al sumar treinta contagiados y al no estar divididas las instalaciones entre positivos y residentes sanos. Fue en ese momento cuando intervino la Guardia Civil, que ayudó al personal de la residencia a reubicar a los pacientes enfermos. «Si yo no sabía cómo estaban, no podía reubicarlas. Ese era nuestro desconcierto», incidió el director del centro de mayores.

Una vez sectorizada la residencia, la situación está más controlada. «Los positivos están en su zona de confinamiento con los cuidados que se requieren para usuarios y trabajadores. Además, los residentes sanos también están en sus habitaciones», recalcó Labrador, que lamentó el incidente del lunes. «Entiendo que se alarme la gente porque en la puerta se personaron directores generales, facultativos del centro médico, la UME y la Guardia Civil, que fueron los que echaron una mano al personal interno, pues evidente no era conveniente que entrara nadie de fuera por lo que pudieran traer o sacar», continuó.

A pesar de la situación, desde la dirección aseguran que siempre han mantenido la transparencia con las administraciones y familiares de los usuarios. «Hemos sido muy claros. Nunca hemos querido ocultar nada», afirmó el director, que reconoció que han fallecido tres personas con sintomatología compatible con la covid-19. «Una era una persona que pensábamos que iba a fallecer en diciembre o enero, mientras que las otras dos llevaban varios días sin comer. De hecho una murió en su propia habitación. El personal ha trabajado a brazo partido. Son tres casos que se podrían haber dado en otras circunstancias. Aún así, nosotros nunca nos fijamos en la edad del paciente, tratamos a todos por igual», detalló.

Actualmente la residencia suma cinco trabajadores de baja, de los que dos han dado positivo en coronavirus. Esa situación ha obligado a la dirección del centro a reestructurar la plantilla, incluso a solicitar apoyo a la Junta de Castilla y León, que ha destinado una enfermera al centro. «Se ha pedido ayuda, pero reconocemos los límites que tienen. De auxiliares he ido contratando personal con experiencia o gerocultures, además de destinar a personal de limpieza a otras funciones al estar capacitadas», describió el director del centro, que alabó el trabajo del gerente territorial de Servicios Sociales. «La disposición de Eduardo García Brea fue estupenda, aunque somos conscientes de las limitaciones que también tienen en estos momentos», añadió.

Momentos de presión

En el apartado personal, el director del centro aseguró que está viviendo momentos de presión por la alarma que ha generado el coronavirus. «Siempre he dicho que si estamos contaminados, lo estamos. Es muy importante recibir ánimos, sobre todo a los trabajadores, porque sé lo que estamos viviendo. Los directivos nos sentimos físicamente y mentalmente al límite. Es una presión tremenda», concluyó José María Labrador.

Por otra parte, la localidad se ha volcado con la situación de la residencia Nuestra Señora de las Mercedes y el mismo día que intervino la Guardia Civil, el alcalde de Carrión, José Manuel Otero, se puso en contacto con el gerente del hotel Monasterio San Zoilo, José Antonio Perrino, para albergar a todos aquellos trabajadores del centro de mayores que no quieran retornar a casa con sus familiares. Alrededor de una decena de empleados ya están haciendo uso de las instalaciones. «Lo gestionamos rápidamente. Estamos preocupados porque es un número elevado de contagios, pero muchos son asintomáticos», destacaba el jueves Otero, que se personó a principios de abril para colaborar en lo que fuera necesario durante la reubicación de los usuarios de la residencia Nuestra Señora de las Mercedes.

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