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La reserva de bisontes de San Cebrián de Mudá celebra sus 14 años con un nacimiento«Eran las 18:10 horas de un 4 de junio cuando las campanas de la iglesia comenzaron a sonar anunciando la llegada de los bisontes polacos. Hora y media más tarde, los siete ejemplares europeos, tras cuatro días de viaje y más de 5. ... 000 kilómetros, corrían ya por la Montaña Palentina». Con esta frase en su estado de WhastApp, el exalcalde de San Cebrián de Mudá, el socialista Jesús González, a la sazón impulsor de la Reserva y Centro de Interpretación del Bisonte Europeo ubicada en esta localidad de la Montaña Palentina, celebraba este martes el decimocuarto aniversario de una iniciativa puesta en marcha en una parcela de 20 hectáreas de robledal y praderas que ofrece la posibilidad de observar en semilibertad varios ejemplares de Bison Bonasus, animal del que en 1927 no quedó ni un solo exponente caminando libre por el mundo.
Y lo celebraba además con la mejor de las noticias, pues hace apenas dos semanas nació una nueva cría, un macho cuyo nombre aún no está decidido pero que tiene que empezar obligatoriamente por las letras CY, una especie de matrícula para saber los que han nacido en la reserva. «Puede ser Cyprés, Cyro...», detallaba Jesús González, que incidía en cómo actualmente hay una docena de bisontes en San Cebrián de Mudá, cinco machos y siete hembras, cinco más que los siete primeros ejemplares que llegaron a la Montaña Palentina en 2010 pero cinco menos que los 17 que ha llegado a haber pastando a sus anchas en sus bellos parajes. «Hemos estado dos años sin crías. Ha bajado el número por aquello de la endogamia y porque algunos machos matan a las crías para que las hembras vuelvan a tener celo», agregaba Jesús González, que está trabajando para que pueda llegar a la reserva algún ejemplar de fuera por el tema de la consanguinidad.
«Pero andamos muy justos y las administraciones no ayudan mucho, mantener esto cuesta todos los años 130.000 euros», recalcaba el exalcalde de San Cebrián de Mudá, satisfecho de que en estos diez años hayan pasado por la reserva más de 80.000 visitantes. «Los dos primeros años andábamos por 4.000, pero ahora estamos entre 7.500 y 8.000 anuales», añadía. «Todos los años tenemos, por ejemplo, dos excursiones de jubilados de Barcelona. La reserva aporta riqueza para la zona y crea empleo, porque hay cinco trabajadores para una treintena de animales», enfatizaba Jesús González, que hacía hincapié asimismo en los 18 ejemplares de caballo losino que hay desde hace ocho años en la reserva, también conocido como jaca burgalesa o jaca castellana, oriunda del Valle de Losa en Burgos y que es la única raza equina caballar autóctona de Castilla que pervive en la actualidad.
«Hay cuatro especies antiguas de caballos en la Cordillera Cantábrica y una es esta, que está emparentada con los asturcones, por ejemplo. Hemos vendido algunos caballos al País Vasco y Burgos», apuntaba Jesús González, que aludía también a los dos caballos de Przewalski que hay en la reserva.
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