Bajaron por última vez las escaleras del instituto en plenos años ochenta, cuando la oposición a lo tradicional comenzaba a inundar una sociedad que se marcaba por una explosión de liberalismo expresada en todos los ámbitos y convertida en tendencia. Ahora, cuatro décadas después, aquellos ... jóvenes han vuelto en plena era digital a sus antiguas aulas.
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Cuarenta años que parecen toda una vida y que les reconcilia con un pasado que, por un momento, no ha parecido tan lejano cuando han vuelto a encontrarse en la entrada 'del Jorge' aunque ahora ya no visten chaquetas llenas de parches y chapas decorativas, no llevan hombreras y sus peinados son menos llamativos y coloridos.
Este sábado, el IES Jorge Manrique de la capital acogía el reencuentro de una promoción que abandonó sus aulas hace 43 años. Más de cuatro décadas en las que la mayoría de sus alumnos «se habían perdido la pista» pero que, tras unos meses de trabajo para poder localizar a su mayoría, lograba reunir a 63 de aquellos compañeros.
Actualmente, todos ellos han construido una vida fuera de este edificio que siguen recordando «como si fuera ayer». Algunos en la misma ciudad en la que crecieron, Palencia, otros muy cerca de ella, en ciudades limítrofes como Valladolid. Sin embargo, hay quien lo ha hecho más lejos, a cientos de kilómetros de su casa.
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Por eso, a pesar de que han sido 200 los contactados para esta reunión, solo unos pocos han podido acudir por diferentes motivos de índole profesional o personal. De esta forma, la promoción 1977-1981 ha vuelto a recorrer los pasillos donde tanto tiempo pasaron para después compartir una comida y miles de anécdotas.
Todos ellos, nacidos en 1963, han podido verse de nuevo tras mucho tiempo sin saber los unos de los otros por lo que se ha tratado de una jornada intensa y muy emocionante para todos los participantes que no han sido solo alumnos sino también profesores que se han unido a una cita que no ha podido ser más especial. Un reencuentro que nació fruto del interés de Óscar, uno de los exalumnos, quien comenzó a contactar con algunos de ellos a través de las redes sociales, por donde empezó a tejer una red de 'administradores' que ha ido creciendo con el paso de los meses para tratar de localizar a los más de 200 estudiantes.
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De esta forma, en marzo, Julia Larrén aceptó la invitación y se unió a este equipo de buscadores. «Una de las cosas que hicieron fue ir por el instituto, pero, por la ley de protección de datos, no les pudieron dar nada de información. Así que, empezamos por Facebook y el resto de las redes sociales. Veíamos fotos y así nos íbamos acordando de nombres», explica Larrén. La exalumna sostiene que ha sido «un trabajo muy grande, pero ha sido genial la verdad porque hemos encontrado a muchísima gente, pero claro, no todo el mundo va a poder asistir. Hay gente que vive, por ejemplo, en Mallorca. Estamos repartidos por toda España. Ha sido una experiencia preciosa», destaca.
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