Una recreación de la batalla nabal recuerda el Condado de Monzón

El Centro de Iniciativas Turísticas de las Villas del Bajo Carrión y Ucieza actúa como elemento vertebrador de la actividad turística de la comarca, que alcanza a diecinueve municipios y cuenta con una oficina de turismo en Monzón de Campos, donde en verano informa sobre las posibilidades que los visitantes tienen de conocer la zona.

Entre otras iniciativas desarrolladas por este Centro, se encuentra la jornada festiva que tendrá ocasión el 24 de agosto: la fiesta medieval que recrea un episodio del siglo X en el que, en Monzón de Campos, capital entonces del Condado de Monzón, se produjo una batalla nabal; como bien sabido es en la provincia, sí, con be. Entonces, en la Edad Media, cuando este condado estaba vigente, cuentan las escrituras de la época que los nabos salían como cardos en la zona, y que, agobiados por los impuestos, los campesinos se levantaron contra los condes.

Estos vivían en el palacio que es hoy el Ayuntamiento del municipio, y se encontraron con la rebeldía de aquellos que trabajaban el campo, que utilizaron tan común hortaliza en su contra, lanzándola contra sus ejércitos a orillas del río Carrión en señal de protesta. Es así como se conmemora esta festividad, que incluye un mercado artesanal, por el que se les ceden casetas y se le da hospedaje a todos los artesanos de la comarca, y un vermú nabero, acompañado por todos los establecimientos del pueblo por una charanga y que cuenta, como tapa típica, una realizada con nabos: los nabos bravos.

Después del vermuteo, algo más tradicional de nuestros tiempos, en la plaza del pueblo son nombrados los caballeros, como preludio de dicha batalla a orillas del río Carrión, que se celebra junto al puente. Desde éste, la gente ataviada con ropajes que simulan los de la época arrojan a los militares sus nabos, cortados a la juliana para que nadie salga dañado de la representación.

Esta cuenta con la participación de la Asociación Cultural Histórica La Torre del Homenaje, entidad especializada en hacer recreaciones históricas, que ambienta una jornada festiva, de la que disfrutan mucho los vecinos de todos los pueblos que formaban parte de Condado de Monzón, no solo aquellos que viven en Monzón de Campos. Tras librar la batalla, el buen yantar llega con una salchichada popular y solidaria, cuyos beneficios van destinados a una ONG, y termina con un espectáculo circense, en una velada ya nocturna, que supone un colofón perfecto a una jornada para la hermandad y la historia.

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