«La realidad demuestra que no se va a conseguir una mayor financiación institucional»

–¿Vivir con la incertidumbre de si llegan o no las ayudas institucionales para gestionar la fundación le ha ocasionado este año muchos quebraderos de cabeza?

–Sí, sin duda. El pasado 12 de diciembre ya informé al patronato sobre los problemas que he tenido a la hora de tener que buscar recursos propios para reintegrar una parte de la subvención de la Junta de Castilla y León correspondiente a 2020. Una deuda que vuelvo a recordar que yo no cometí y que me veo obligado a gestionar.

–¿Temió en algún momento el cierre del museo?

–Sí, en mayo y junio el museo estuvo a punto de, si no de cerrar, sí de cancelar todo el calendario de exposiciones y programas públicos correspondientes al segundo trimestre de 2024. La intervención del Ministerio de Cultura ha permitido la supervivencia de la programación y el pago de los sueldos de los trabajadores y de los gastos de luz y gas de la fundación.

–Señale los momentos dulces y amargos que ha vivido en 2024.

–En cuanto a los momentos dulces, a nivel personal, he logrado reordenar la colección y abrir nuevos espacios expositivos, así como poner en marcha programas públicos, el programa de sostenibilidad, la apertura de residencias o la nueva señalización del museo. Y, a nivel profesional, la FD-C ha sido reconocida por el Observatorio de la Cultura como una de las cinco mejores instituciones culturales de Castilla y León. Asimismo, el Concilio Internacional de Museos, dependiente de la Unesco, ha avalado nuestra candidatura a los Premio ICOM a la Práctica de desarrollo sostenible en los museos. Con respecto a los momentos amargos vividos, volvería a reincidir en el pago del reintegro de la subvención a la Junta y, también, que no haya sido aprobado el plan de mejora energética que hemos presentado al patronato en la última reunión del año.

–¿Esta nominación, que otorga un mayor fuste al museo, debería provocar al patronato replantearse su aportación económica para blindar su existencia?

–Así lo creo literalmente. No es muy coherente recibir un apoyo público y profesional a nuestro programa de sostenibilidad y que éste no se vea recompensado con una inversión en la mejora energética por las instituciones que componen el patronato de la fundación. Tengo la triste impresión de que en la FD-C hemos tocado techo, ya que por más mejoras y reconocimientos públicos que tengamos, la realidad demuestra que no vamos a conseguir una mayor financiación por parte de la mayoría de las instituciones que componen el patronato. Creo que no terminan de entender que su apoyo no va dirigido a mi gestión, sino que redunda en beneficio de los palentinos y palentinas, en particular, y de los castellanoleoneses en general. Yo me iré algún día de la fundación, pero ésta seguirá ahí para orgullo de los ciudadanos y como homenaje a la obra del artista palentino Juan Manuel Díaz-Caneja mientras las instituciones públicas sigan apoyándola y no la dejen morir.