Secciones
Servicios
Destacamos
Desde Manacor hasta Palencia. Desde las raquetas de los pupilos de Rafa Nadalhasta las patas de las sillas de las clases de Primaria del colegio Sofía Tartilán. Dos mil pelotas de tenis llegaron este lunes a la capital palentina, prodecentes de la Academia del mejor tenista del mundo en tierra batida, en un palé de más de quince cajas, para luchar contra la 'contaminación acústica'.
«El objetivo es evitar el ruido del movimiento de las sillas y se nota muchísimo. Si multiplicas el sonido del arrastre por 25, cuando se levantan todos juntos, es terrible y con esto se termina», señala el director del Sofía Tartilán, Carmelo Ramos. Esta idea no es nueva, ni en este colegio ni en muchos otros, que ya utilizaban las pelotas de tenis para evitar sonidos estridentes con el movimiento. «Hace años que varias aulas de aquí, a título individual, ya lo han hecho», reconoce.
La madre de dos alumnos de Primaria se enteró de que desde hace años la escuela de Rafa Nadal donaba las pelotas que ya no utilizaban para este fin y lo puso en conocimiento del centro. A todos les pareció bien la iniciativa y la propia madre se puso en contacto con la academia de tenis para solicitar 2.000 pelotas, cuyo transporte -desde Manacor hasta Palencia- ha corrido a cargo del AMPA del centro.
Las cuentas estaban echadas antes de pedir tal cantidad. Cuatro pelotas por alumno y silla. Una media de 25 alumnos por clase son cien pelotas por aula. Y el Sofía Tartilán es el colegio más grande de Primaria, que cuenta con unas 20 clases -algunos cursos tienen A, B, C y D, esta última letra solo este curso por el desdoble de grupos-. Veinte clases y cien pelotas por clase dan un total de 2.000, las que ya descansan en el centro palentino.
Ahora, cuando se desembale el palé, se repartirán cuatro pelotas a cada alumno de Primaria, para que las lleve a casa y les haga una raja. Después, las llevarán de vuelta al colegio y las colocarán cada uno en su silla, sentándose sobre las pelotas de los pupilos de Rafa Nadal.
Esta iniciativa solo se ha llevado a cabo en Primaria, ya que la sillas de los alumnos de Infantil, de 3 a 6 años, son más reducidas. «Desde el centro hemos considerado que al ser las sillas tan pequeñas los niños se pueden tropezar, ya que son algo más torpes. Así que mejor, evitar caídas innecesarias», concluye el director del colegio Sofía Tartilán.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.