Puntazo del Becerril después de ir dos goles por debajo

Isma estableció el empate definitivo justo después de la expulsión del local Ekhiotz. El ritmo del comienzo del encuentro de Ence fue bastante bajo. El Mirandés B, situado por la zona media-baja de la clasificación, trató de proponer ante un Becerril bastante bien plantado defensivamente. Sierra despejó con contundencia una falta botada por Guayo y volvió a escena para abortar un centro de Aarón al área. Mikel, uno de los delanteros visitantes, buscó desperezar a los suyos ofreciéndose en cada acercamiento.

La siguiente ocasión llegó cerca del ecuador del primer tiempo. Gabri realizó un disparo desde la frontal del área que salió cerca del poste de la meta defendida por Sevi. El Becerril respondió tímidamente por medio de un pase peligroso de Blanco al área, pero el portero Iago se anticipó y dejó sin posibilidad de remate a Arranz.

No se encontró cómodo el cuadro morado, impreciso, mientras que el filial rojillo fue creciendo con el paso de los minutos. De hecho, siete minutos de inspiración otorgaron dos tantos de ventaja al filial del Mirandés.

El preludio fue un mano a mano de Raúl ante Sevi tras una mala cesión atrás, y el portero se hizo grande. Quien no perdonó, a la media hora de juego, fue Gabri, pues el extremo del conjunto rojillo remató de cadera a la red un centro lateral de Aarón desde el costado derecho. El gol encajado no hizo reaccionar al Becerril, que, además, se vio castigado poco después por un discutido penalti. Nacho pisó levemente a Gabri, y el colegiado vallisoletano Cañibano Arias decretó pena máxima. Guayo no perdonó desde el punto fatídico en el minuto 37.

El paso por los vestuarios cortó el ritmo de superioridad del Mirandés B. El entrenador del Becerril, Francis Olea, realizó una sustitución al arrancar el segundo tiempo, la incorporación de Nachín por su tocayo Nacho, y a los cinco minutos de la reanudación, el delantero Mikel, en estado de gracia, convirtió un saque de esquina botado por Isma para recortar distancias.

Poco después se marchó expulsado el técnico local, José Manuel Trejo. El Becerril se volcó por prolongar hasta ocho jornadas la racha sin conocer la derrota.

Ricardo, Amado y Toquero, en dos ventanas de sustituciones, fueron los tres últimos revulsivos del técnico visitante. Uno de ellos, Toquero, progresó por el carril derecho y puso el balón al área, y un testarazo del también revulsivo Nachín no encontró portería.

El ímpetu por alcanzar la igualada dejó algo desguarnecida la defensa morada. Aarón perdonó la sentencia en un centro envenenado que se le escapó de los guantes a Sevi e impactó en el travesaño.

Los recambios locales Asier y Álex también acariciaron el gol de la sentencia. Sin embargo, el tiempo añadido determinó el resultado final. El local Ekhiotz fue expulsado y, casi a renglón seguido, en el minuto 92, Isma se sacó de la manga un zurdazo que se coló en la portería de Iago para salvar un punto con sabor a gloria al cierre del año.

Robo en los vestuarios

La parte más negativa del encuentro tuvo un cariz extradeportivo, puesto que al regreso a los vestuarios, los jugadores pudieron comprobar cómo les habían sustraído dinero en metálico de sus carteras. El robo afectó también a varios integrantes de la plantilla del Mirandés B.

La directiva del club burgalés acompañó a los jugadores afectados hasta las dependencias de la Policía Nacional para interponer la denuncia.