'Los residentes necesitan más personal, fisioterapeuta y terapia ocupacional'. Eso pedía el cartel que colgaba del pecho de una de las personas que se concentraron este martes en Ampudia ante la Residencia Domingo Gómez Lesmes para pedir «justicia para nuestros mayores». Otro de ... los carteles reclamaba 'Médicos y enfermera diarios y comida de calidad'. Marea de Residencias, una plataforma que surge con el propósito de unir fuerzas para conseguir unas condiciones de vida dignas en los centros de ancianos, reunió a una veintena de personas entre familiares y extrabajadores del geriátrico para protestar por el mal funcionamiento del mismo.
Publicidad
El alcalde de la localidad, José Luis Gil, también estuvo presente en la concentración. «Pedimos que la residencia funcione tanto para internos como para empleados y que se cumpla con lo convenido entre el Ayuntamiento y la residencia. Desde que se despidió a la antigua directora, todo ha ido de mal en peor», reconocía. «Pretendemos que funcione el convenio y si no quieren o no pueden con esta gestión, que pase a ser municipal. El Consistorio tendría que haber percibido parte de los beneficios de la residencia todos estos años y no ha recibido nada, es decir que la residencia tiene una deuda con el Ayuntamiento», concluyó.
«Pedimos unos cuidados dignos para las personas que están en la última etapa de su vida y que viven en esta residencia, donde la mayoría son dependientes», afirmaba Carmen Martín, de Marea de Residencias, plataforma que conoció la situación del geriátrico a través de comentarios de redes sociales, y que aún no tiene representación en Castilla y León.
María Jesús Valero, también de la plataforma, fue la encargada de leer los principales puntos que reclaman las familias. «Llevan dos años con un director de paja que ni viene por la residencia y solo se dedica a llevarse el sueldo sin hacer su función de director», afirmaba el comunicado donde se denunciaba además la falta de personal. También protestaron por la calidad de las comidas, con «menús no variados y sin menú para diabéticos. Y en la cocina hay yogures caducados donde las tapas las quitan las cocineras, que también trituran lo que sobran de los platos de los residentes para los dependientes», argumentaron, junto con la ausencia de agua caliente, de calefacción y la falta de enfermera durante dos meses.
Publicidad
Varios familiares ya presentaron en 2021 en la gerencia de Servicios Sociales de la Junta una reclamación donde denunciaban irregularidades en la residencia y señalaban que «las mencionadas deficiencias afectan a la correcta atención y a la salud de los residentes».
0,99€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.