Las primeras restricciones de acceso al centro de Palencia comenzarán en agosto de 2027

Y aunque Palencia es una de las capitales de la región que más avanzada va en esos deberes marcados por Europa, ya que cuenta con un Plan de Movilidad Urbana Sostenible, un diseño de Agenda Urbana y también un Planes de Acción para el Clima y la Energía (Paces), todavía no ha conseguido sacar adelante el proyecto de Zona de Bajas Emisiones, dado que el acuerdo de los grupos políticos sobre la normativa reguladora no está resultando nada fácil.

Esa falta de acuerdo parte del propio espíritu con el que nacen las zonas de bajas emisiones, ya que debe tratarse de un espacio delimitado sujeto a un control de acceso de los vehículos, para evitar que puedan entrar los automóviles más contaminantes, y, de esta forma, reducir esos niveles de polución. Y es esta necesidad de control y restricción de accesos la que enfrenta a unos grupos políticos contra otros.

Hasta ahora las discrepancias han marcado la negociación en el Ayuntamiento de Palencia, aunque en los últimos días se ha producido un acercamiento entre populares y socialistas que va a permitir desbloquear la aprobación de la ordenanza. No se ha podido llevar todavía al pleno, puesto que el rechazo a la propuesta inicial del equipo de gobierno del PSOE era absoluta por parte de la mayor parte de los grupos políticos. Pero esta semana, tras una serie de encuentros y comisiones fallidas, el PSOE y el PP han logrado acercar posturas, al haberse abierto el equipo de gobierno a incorpora al texto de la ordenanza buena parte de las alegaciones y propuestas de los populares, encaminadas en todos los casos a «elaborar una de las ordenanzas menos restrictivas de toda España», recalca el portavoz del PP, Víctor Torres.

Así, tras este acuerdo inicial, el concejal de Tráfico y Medio Ambiente, Antonio Casas, ha convocado para el próximo lunes la comisión informativa en la que se debatirá el nuevo texto de la Ordenanza Reguladora de la Zona de Bajas Emisiones. El edil confía en lograr el dictamen favorable de la comisión debatir con tranquilidad la aprobación definitiva en el pleno que debe celebrarse el próximo 19 de diciembre.

Este acuerdo alcanzado entre socialistas y populares supone una importante modificación con respecto al borrador inicial de la ordenanza, puesto que reduce significativamente las restricciones de acceso a la zona acotada, estira los plazos de entrada en vigor de los controles sancionadores y establece además exenciones para numerosos colectivos.

El nuevo texto sí conserva en su totalidad el espacio acotado y que estará videovigilado por un sistema de 39 cámaras que grabarán a todos los vehículos que accedan a la Zona de Bajas Emisiones. Registrarán las matrículas y las bases de datos permitirán reconocer si ese automóvil cuenta con la autorización de acceso pertinente.

Por el momento, ni la ordenanza está aprobada (se espera que reciba el visto bueno inicial del pleno el próximo viernes, 19 de diciembre), ni tampoco está instalado el sistema de control mediante cámaras, que comenzarán a colocarse a lo largo del próximo año. Y aunque se apruebe la normativa y se instalen los sistemas de control, a efectos prácticos, las restricciones de acceso no tendrán ningún efecto hasta el 1 de agosto de 2027, fecha en la que los vehículos que no dispongan de etiqueta ambiental tendrán prohibido acceder y circular por la Zona de Bajas Emisiones.

Pero, como dirían en los cómic de Asterix, ¿todos? No. Todos, no. Hay exenciones y en este caso afectan fundamentalmente a los residentes en el interior de la zona acotada. Los propietarios de vehículos sin etiqueta (de gasolina anteriores a 2001 y diésel anteriores a 2006) podrán circular libremente si disponen de una tarjeta de residente o si acceden para dirigirse a un parking público, lo que quedará registrado con la lectura de la matrícula del aparcamiento, que estará conectado con las bases de datos de la Policía Loca. Del mismo modo ocurrirá con los hoteles y otros establecimientos.

Y aquí es donde se abren también algunas de esas exenciones exigidas por el PP para dar su voto a favor. Así, podrán acceder aunque no se disponga de etiqueta en aquellos momentos fuera del horario de restricción, que se establecerá de 8 de la mañana a las 8 de la tarde; cuando se acceda para efectuar una compra o la contratación de un servicio; para llevar y recoger a los niños del colegio; y para el traslado de mujeres embarazadas o personas con algún tipo de movilidad reducida. También podrán acceder los vehículos de los profesionales que prestan servicios o los de reparto.

«Ahora tenemos un año y medio para ir definiendo cómo se aplican esas exenciones, hay que regular cómo se pueden justificar los accesos Muchas son medidas de acceso temporal y otras permanentes y habrá que establecer los procedimientos para demostrar que se cumple con la exención o que ha sido un acceso no permitido», señaló el concejal de Medio Ambiente.

Pero el acuerdo más importante hace referencia precisamente a otros vehículos que sí tienen etiqueta, aquellos que cuentan con los distintivos B y C, puesto que por el momento quedan liberados de cualquier restricción, es decir, podrán entrar y salir libremente de la Zona de Bajas Emisiones incluso después de agosto de 2027. La pregunta es hasta cuándo, puesto que la regulación europea tiene el espíritu de que también estos vehículos estén sometidos a restricciones de acceso y que solo aquellos con los distintivos 0 y ECO se vean libres de cualquier control.

«De momento, los coches B y C han quedado fuera de la ordenanza. Y si hay que incorporarlos ya lo haremos cuando llegue el momento de actualizar la normativa. Europa nos marca que las ordenanzas deben revisarse cada cuatro años, pues dentro de cuatro años ya veremos qué hacemos. Para entonces ya se habrá legislado mucho más sobre el tema y sabremos mejor a qué atenernos», explicó Antonio Casas, quien destacó que lo más importante es que se cumple con el espíritu legislativo por el que nacen las Zonas de Bajas Emisiones.

«El objetivo debe se reducir la contaminación en las ciudades y eso lo vamos a cumplir, puesto que se van a quedar fuera de forma ordinaria más del 30% de los vehículos del parque automovilístico de la provincia, porque no olvidemos que por la ciudad pasa toda la provincia. Y los que se van a quedar fuera van a ser aquellos automóviles que precisamente son los que más contaminan», manifestó el edil, quien recalcó que esta medida debe ir acompañada de otras actuaciones complementarias encaminadas a mejorar la red del transporte urbano o el fomento del uso de las bicicletas. «No es solo la emisión de gases, que en Palencia puede ser puntual en algunos sitios concretos a horas muy concretas, porque hay otros tipos de contaminación, como la acústica, porque la ciudad está saturada de ruidos en muchos momentos, y este tipo de problemas también se van a ver reducidos», recalca.

En estos momentos, según los registros de la Dirección General de Tráfico, en la provincia de Palencia se contabilizan alrededor de 49.700 automóviles, de los que algo más del 37% no cuentan con ningún tipo de distintivo ambiental, con lo que son los más contaminantes y a los que afectará principalmente la entrada en vigor de las restricciones de la Zona de Bajas Emisiones.

El número de coche con la etiqueta Eco asciende a 1.789, mientras que los de tipo C, son 13.186. Mientras, con la etiqueta B, que se encuentran también en la parte alta del listado de vehículos contaminantes, la cifra se sitúa en 1.049.