María Martínez, con sus padres de visita en Times Square. EL NORTE

«Pospuse el vuelo porque no me aseguraban que pudiera llegar a Palencia»

María Martínez | Palentina en Nueva York ·

«No son las primeras navidades lejos de los míos, pero sí es la peor temporada para estar a distancia»

Lunes, 14 de diciembre 2020, 13:55

María Martínez lo tenía todo preparado para volar hasta España desde Nueva York y estar con los suyos en Navidad. Pero, finalmente, lo canceló por ... la inseguridad de poder llegar hasta su casa. «Tenía el vuelo para finales de noviembre y pensaba estar todas las fiestas en Palencia con mi familia, pero debido a las medidas, la Guardia Civil no me aseguraba que pudiera entrar y salir en Castilla y León. Así que tuve que posponer el vuelo», explica esta palentina, que lleva cinco años viviendo en Brooklyn y que trabaja junto a su pareja como fotógrafos de bodas en Captured Group, donde también el cierre perimetral en toda la región se ha prorrogado hasta el 10 de enero, quedando sin efecto en tres periodos concretos: del 23 al 26 de diciembre, del 30 de diciembre al 2 de enero y del 5 al 6 de enero.

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«No son las primeras lejos de los míos, pero sin duda es la peor temporada para estar a distancia. Siempre nos juntábamos toda la familia entera en casa de mis abuelos, y los recuerdos que tengo fueron de los mejores, así que no puedo evitar sentir nostalgia», reconoce María, que pasará estas fechas en Miami con la familia de su novio. «He estado ya muchas veces en Miami y ahora tengo que trabajar unos días allí y ya celebramos la Navidad. Aparte de los típicos días como Nochebuena o Nochevieja, tienen costumbre ir de 'parranda' que trata de ir de casa en casa tocando instrumentos y bailando y también celebran el día de 'ugly sweater', donde todos se ponen el jersey navideño más feo que tengan y se juntan a comer y beber», cuenta esta palentina.

Al igual que otros años que no ha podido estar con los suyos en fechas tan señaladas, esos días se verán al otro lado de la pantalla y tendrán un rato para compartir y estar juntos, además de sentir el calor del hogar a pesar de la distancia. «Haremos una videollamada porque este año dentro del mismo Palencia toda la familia está dividida por la situación», reconoce. Todos los años que no puede comer las uvas con los suyos, le mandan alguna sorpresa con productos típicos navideños o con alimentos y bebida que echa de menos a tantos kilómetros de distancia. «Siempre me mandan un paquete, pero este año mi hermano lleva la empresa de distribución Vinto y me va a enviar queso y vino», concluye la palentina.

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