Espinosa de Villagonzalo está en pie de guerra tras el expediente iniciado por el Ayuntamiento para dar de baja del padrón municipal a 44 de los 168 vecinos que había censados en 2020, de acuerdo con los datos del INE. Pedro Gutiérrez es uno ... de esos 44 vecinos que figuran en la 'lista negra' y que está a la espera de recibir el acta de concejal por el PSOE después de la renuncia a su cargo del edil del PP Carlos García Bahillo, señalado también en la lista y que se aparta así de la corporación municipal a cuya cabeza figura el popular Pedro José Muñoz Calvo, alcalde de la localidad. Y Pedro Gutiérrez cree que esta resolución municipal responde a que el regidor «se está preparando la lista de votantes para las próximas elecciones», en una especie de 'vendetta' a los vecinos que se han mostrado en desacuerdo con la opción de que en Espinosa de Villagonzalo se instale una macrogranja porcina, como asegura que es el interés del alcalde.
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«No me voy a presentar a más elecciones, me estoy haciendo mayor y quiero disfrutar más de mi familia. Y en cuanto a lo de la macrogranja, en Espinosa no se va a instalar ninguna, diga quien lo diga. El Ayuntamiento no tiene interés en ninguna macrogranja. Hemos tratado con todo el mundo, como ha sido con una empresa de placas solares, pero no se ha firmado nada, no existe ningún acuerdo para una macrogranja porcina», responde tajante Pedro José Muñoz Calvo.
«El Ayuntamiento de Espinosa de Villagonzalo quería sacar dos parcelas de monte de utilidad pública para vendérselas a la empresa de las macrogranjas, pero mucha gente se puso en contra por el estilo caciquil del alcalde», asegura Pedro Gutiérrez. «Esas parcelas se han permutado para que sean propiedad municipal y pueda tenerlas disponibles el Ayuntamiento en caso de que alguien quiera venir aquí a dar trabajo a la gente con proyectos», sale al paso Pedro José Muñoz, que entiende que el origen de esa guerra social en el municipio es la ordenanza municipal aprobada para regular las parcelas de ese monte que se ceden a los vecinos.
«El Ayuntamiento aprobó en el Pleno un acuerdo para repartirlas entre todos los empadronados residentes, pero la Junta nos dijo que había que anular el acuerdo, así que teníamos dos opciones: o sacarlo a pública subasta, que los del pueblo no tendrían opción ante empresas de fuera, o hacer una ordenanza municipal que lo regulase. Hicimos la ordenanza municipal que dice que tienen derecho todos los empadronados residentes, la Junta la aprobó y, tras el periodo de exposición pública, no hubo alegaciones, así que se denegaron las parcelas a gente empadronada porque no reside en Espinosa», explica el regidor, que incide en que ese es el motivo de que el concejal de su partido Carlos García Bahillo haya presentado su renuncia.
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«Carlos estaba de acuerdo con la ordenanza, pero le dije en una reunión que tuviera en cuenta que iba a vivir a Osorno. Me dijo, textualmente que se cagaba en 15 putas hectáreas. Le quitamos la parcela y por eso ha presentado la renuncia», asegura el alcalde.Pero Pedro Gutiérrez no está de acuerdo con la versión de Pedro José Muñoz.
«Carlos ha renunciado porque ha tenido lío con ellos y ahora está en la lista. El Ayuntamiento le concedió una parcela de roturos en septiembre al considerar que vivía en Espinosa de Villagonzalo, pero ahora no», agrega Gutiérrez, que recuerda cómo el 1 de julio se colgó en el tablón municipal un edicto en el que se informaba a todos los vecinos del inicio del expediente para actualizar el padrón municipal.
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«Instando a aquellas personas que actualmente se encuentren empadronadas y no residan efectivamente en el municipio, como es de público y general conocimiento por esta corporación municipal y por los vecinos de Espinosa, para que se den de alta en el padrón municipal de los ayuntamientos donde efectivamente residen, o en su defecto se procederá a iniciar contra ellos expediente de inscripción indebida, poniendo dicha circunstancia en conocimiento del INE y del Consejo de Empadronamiento», lee textualmente ese edicto Pedro Gutiérrez.
«No pensábamos que el alcalde se iba a atrever a hacerlo», hace hincapié Gutiérrez, que al igual que otros 43 vecinos, recibió una carta del Ayuntamiento fechada el 17 de noviembre con una resolución de la Alcaldía en la que se recogía que, «a la vista de los antecedentes que obran en el expediente donde se observa que no reside de forma habitual en el municipio», se iniciaba contra él un expediente de baja de oficio por la inscripción indebida en el padrón municipal. «Queremos saber qué antecedentes obran en el expediente. Varios vecinos han ido a por el expediente y no se lo han dado. Parece una película de Berlanga», apostilla Gutiérrez, que entiende que hay casos obvios entre esas 44 personas que el Ayuntamiento quiere desempadronar, «como una chica brasileña que trabajó en el pueblo y se volvió a su país; cinco o seis señores que viven en una residencia; un portugués que trabajó en la autovía y cuando se acabó, se fue; un colombiano que también trabajó aquí y un chico que se marchó hace 25 años a Burgos y que debía estar dado de baja», pero el resto, no. Espero que el propio PP llame a filas al alcalde», apostilla.
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«El Ayuntamiento inició un procedimiento para adecuar el padrón a los residentes en el pueblo y hay 44 empadronados por interés, pero que no residen. Ahora pueden presentar alegaciones que el Ayuntamiento remitirá al Consejo de Empadronamiento, que será quién decida», comenta Pedro José Muñoz. «Se han ido a vivir donde han querido, que es muy lícito, pero no viven aquí. Es fácil hablar, pero cada uno está donde le conviene», concluye.
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