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carmen aguado
Palencia
Sábado, 16 de octubre 2021, 08:44
«Poca cama, poco plato y mucho zapato». Es el consejo que repite Teresa Calzada cada vez que se le pregunta por el secreto para llegar a los 100 años. Y es que Teresa, además de llegar al centenario, lo hace en muy buen estado de salud. Con un físico y una memoria envidiable, el único achaque con el que cuenta es la pérdida de vista, que se ha agudizado en los últimos meses.
Nacida en Palencia el 15 de octubre de 1921, Teresa se quedó viuda hace 28 años y tras vivir sola durante diez, decidió ingresar en la residencia de San Bernabé y San Antolín hace 18, en el año 2003. Desde entonces, esta ha sido su casa, donde se siente «feliz y muy cuidada» por unos profesionales que ya son su familia y por muchos compañeros convertidos en amigos que han arropado a Teresa desde que llegó al centro.
Casualmente, San Bernabé fue antes el colegio de sus hijos. Convertida después en residencia, el centro trae muy buenos recuerdos a Teresa, que recuerda cómo el primer día que llegó, su hijo le dijo: «¡Mira, en la habitación que estás tú, tenía yo mi clase».
Desde entonces, Teresa se ha ganado el cariño de todos los trabajadores de San Bernabé, que destacan la personalidad de Teresa. «Es una mujer excepcional, además es una persona muy activa y participativa», afirma Pilar Rodríguez, supervisora de la residencia.
San Bernabé, al igual que el resto de las residencias y centros de mayores, ha sido duramente golpeado por la covid. El virus entró en sus instalaciones en marzo de 2020 y se llevó por delante numerosas vidas. Esta ha sido una de las experiencias más duras que ha vivido Teresa en sus recién estrenados 100 años.
Nació después de la gripe española, vivió los años de la Guerra Civil y después, los de la posguerra. Desde entonces, Teresa no recuerda nada tan fuerte como esta pandemia, que la mantuvo, al igual que al resto de usuarios de la residencia, en sus habitaciones de forma aislada durante más de un mes. Unas semanas en la que además fueron testigos de la muerte de muchos de sus compañeros, lo que generó en ellos una tristeza todavía lejos de poder superar.
La llegada de la primera dosis de la vacuna supuso una inyección de optimismo en un centro muy golpeado por el virus y que desde entonces no ha tenido que lamentar más fallecimientos. Recién vacunada con la tercera dosis, Teresa asegura no haber imaginado nunca poder soplar cien velas y afirma dar gracias todos los días por poder haber vivido una celebración con la que ha podido recuperar la ilusión después de unos meses tan difíciles.
Este sábado, acompañada por toda su familia, va a celebrar su cumpleaños en una comida muy especial en una bodega del municipio de Villamuriel donde se van a reunir todos con motivo de esta fecha tan especial y donde, además de recibir numerosos regalos, Teresa también va a tener ocasión de dar a su familia los números detalles que lleva preparando desde hace meses.
No se cumple cien años todos los días y por eso, Teresa ha querido ser ella quien regale algo por sorpresa a sus dos hijos, cinco nietos y ocho biznietos. «Llevo preparándolo todo desde hace meses. Estoy muy emocionada», asegura.
«Estoy recibiendo muchos homenajes y estoy nerviosa», explica Teresa, que se siente muy arropada tanto por el centro residencial como también por la ONCE. Debido a sus problemas de visión, cuenta con el apoyo de una voluntaria de la organización, «que siempre que necesito algo, viene».
El carácter activo de Teresa hace que, a sus cien años, siga realizando diariamente un gran número de talleres de memoria, de canto y de gimnasia. A pesar de estar afectada por diferentes problemas de visión, Teresa sigue participando de igual forma en todas las actividades del centro. Adaptándolo todo a sus necesidades, Teresa no ha perdido las ganas de hacer todo lo que puede.
Aunque sigue lamentando la temprana muerte de su marido, pudo recomponerse de esta pérdida y seguir hacia adelante. Convertida en una mujer totalmente independiente, antes de entrar en San Bernabé ya acudía a diferentes actividades para mantenerse activa. Una rutina que no ha querido perder con el paso de los años.
Teresa se siente una mujer muy privilegiada ya que ha podido viajar alrededor del mundo, pudiendo visitar hace décadas países como Argentina. Aunque lleva años sin viajar fuera de España, sí que lo sigue haciendo por el país. Sin ir más lejos, este verano estuvo en Laredo con sus hijos disfrutando de unos días repletos de actividades como montar en barco.
Pocas cosas le quedan por hacer a Teresa, que se siente muy feliz de haber llegado a una edad que jamás habría imaginado y de cuya fecha ella misma se ha encargado de hacerla inolvidable también para el resto de su familia y amigos.
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
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