La Plaza de Abastos vuelve a contar con bar en el exterior

En la última convocatoria abierta por Ayuntamiento se han logrado adjudicar solo dos de los cuatro establecimientos, el bar del exterior de la Plaza de Abastos, conocido popularmente como el cubo de cristal, y también la cafetería de la Huerta de Guadián. Mientras, los locales ubicados en el parque de la Carcavilla y en la zona de esparcimiento del parque de Isla Dos Aguas se han quedado sin licitadores.

Los dos bares adjudicados pueden permanecer abiertos hasta el 31 de octubre, ya que se trata de una concesión de temporada, aunque con la posibilidad de cerrar antes, en función de la rentabilidad, sin verse obligados a mantener la apertura hasta el final de la concesión, como ocurría anteriormente. El Ayuntamiento ha recibido seis ofertas por el bar de la Huerta de Guadián y se ha adjudicado por un precio de 4.200 euros. Mientras, el bar de le exterior de la Plaza de Abastos ha recibido cinco ofertas y finalmente se ha adjudicado por 5.800 euros.

El pequeño establecimiento de la Carcavilla se ha visto, sin embargo, sin ninguna oferta, a pesar de que el precio de salida era de poco más de 300 euros. Tampoco se ha interesado nadie por el establecimiento de Isla Dos Aguas, cuyas instalaciones presentan un elevado deterioro.

Pero no son estos dos locales los únicos de propiedad municipal que permanecen cerrados, puesto que tampoco está operativo el bar del Pabellón de Deportes, que, sin embargo, depende directamente del Patronato Municipal de Deportes, por lo que no sale en el mismo pliego para la contratación que los otro cuatro bares.

En esta caso, es el Patronato, un organismo autónomo, el que debe sacar a contratación estas instalaciones, que no han funcionado durante toda la actual temporada deportiva. Desde el Patronato se está trabajando en la confección de unos pliegos de condiciones para la adjudicación de esta cafetería, aunque la temporada ya está a punto de terminar y también se han acabado las críticas de los aficionados, dado que se ha autorizado a un empresario (a través del propio club de baloncesto), el uso de las barras interiores, con lo que existe un servicio de hostelería.

Uno de los problemas a los que debe enfrentarse el Patronato de Deportes es la conexión del recinto del bar con la estructura del Pabellón, puesto que los anteriores concesionarios del establecimiento se quejaban continuamente de que comenzaba a formarse una grieta de separación entre ambos inmuebles, por lo que tenían miedo de que se produjese algún problema con las estructuras.