Las noticias más leídas del viernes 7 de febrero en El Norte de Castilla
Marietta Negueruela, junto a algunos de sus cuadros en el Casino. Manuel Brágimo

Marieta Negueruela

Pintora

«Reivindico Palencia para los artistas porque aquí se puede vivir mejor que en ciudades más caras»

«El color de mi obra va más con la luz y la naturaleza que con mi personalidad», afirma la artista, que expone su obra en el Casino

Jose Rojo

Palencia

Miércoles, 10 de abril 2024, 07:10

La familia de Marietta Negueruela, nacida en Valladolid (1963), se mudó a Palencia cuando ella tenía 6 años. Con 15 se acercó a la pintura por una necesidad imperiosa de colorear y desde entonces, no ha parado de crear tras formarse en centros de arte ... de Segovia, Milán, Segovia y Palma de Mallorca. La constante evolución de su expresión pictórica ha reconducido a Marietta Negueruela a sus raíces. De ahí el título de la exposición que tiene hasta el 25 de abril en el Casino de Palencia: 'Paisajes de mi tierra'.

Publicidad

–La exposición que acaba de inaugurar en el Casino de Palencia pasea al espectador por una sinfonía geométrica que evoca la idiosincrasia paisajística castellana.

–Parece ser que recientemente ha surgido un nuevo movimiento artístico al que denominan 'nuevo geometrismo', que yo desconocía. Yo empecé con la geometría hace ya unos años porque da mucho juego al paisaje de Castilla, que aún está por pintar bajo el prisma contemporáneo, salvo excepciones, como Caneja, por ejemplo, pero no hay muchos pintores que hayan experimentado en este sentido. La línea del horizonte me pedía que usara la geometría. Siempre he trabajado con líneas rectas tanto en los cuadros donde he abordado el mar o en la serie de cuadrados. Y, de repente, decidí centrarme en el paisaje de Castilla, que es lo que he mamado toda la vida. Empecé con Tierra de Campos, amplié al Cerrato y proseguí hasta la Vega de Saldaña. Yo siempre quiero ver horizonte. El juego de color es fundamental en mi obra, al igual que los cielos. Para mí el paisaje de Castilla está en sus cielos.

–Sus paisajes exudan cierta derivada surrealista…

–Más que surrealistas, yo los llamo metafísicos. Yo tengo mucha influencia de Giorgio de Chirico y del resto de los metafísicos italianos porque les estudié mucho durante mi estancia en Milán y esa influencia se refleja tanto en la composición como en el uso de los colores planos.

–En cuanto a la temática de su última obra, ¿sigue la estela de Caneja?

–No lo sé, aunque en la exposición de Mundart en Madrid un experto en arte se acercó y me dijo «algún día se organizará una exposición paralela de la obra de Caneja y de la tuya» y yo le contesté «algún día» (risas). El paisaje marca el camino, y también el conocimiento de los artistas, aunque no seas consciente de ello, Las cosas que ves y que te rodean influyen en la obra porque tu mente las ha retenido.

Publicidad

–En el montaje del Casino ha apostado más por el gran formato...

–Sí, aunque también he colgado cuadros redondos, que es lo más novedoso, así como una serie de pequeño formato de amapolas, lavanda y paisajes geométricos. He metido cuadros de gran formato para respetar la arquitectura del espacio y adaptarlos a los paneles con que cuenta la sala.

–Trabaja la horizontalidad y sus últimos trabajos tienen forma esférica.

–La verdad es que se me ocurrió hacerlos redondos como un juego irónico de la cuadratura cerrada por el círculo, que forma parte del mismo discurso de la geometría en la pintura. Y, en principio, han gustado bastante, ya que dos de ellos han sido seleccionados en el vigésimo cuarto certamen nacional de pintura ACOR y en el 42 Premio Internacional 'Eugenio Hermoso' (Fregenal de la Sierra, Badajoz).

Publicidad

–¿Su etapa actual es la más fructífera y la definitiva?

–Fructífera, sí, pero no creo que sea la definitiva. Los artistas tienen que ir evolucionando constantemente. Mi etapa actual es una pintura ya madura, limpia, muy sincera y que me está abriendo nuevos caminos. Y la futura dependerá de los años que viva (risas).

–¿Qué ha aportado la madurez a su expresión pictórica?

–La madurez me ha aportado mucha libertad porque ya tienes muy claras muchas cosas. La madurez me deja sacar todo lo vivido y aprendido durante años y realizo las obras con bastantes menos pretensiones. Es una pintura más equilibrada.

Publicidad

–Desde sus inicios los colores vivos han sido protagonistas de su paleta.

–Siempre. Yo me acerqué a la pintura por la necesidad de colorear. El color me encanta; me gustan las cosas bonitas, alegres, los colorines. El color de mi obra va más con la luz y la naturaleza que con mi personalidad. Castilla da mucho juego tanto en primavera como en otoño. Yo trabajo siempre con luz natural y las pocas veces que utilizo la eléctrica la coloco muy alta y muy difuminada. En esta última etapa trabajo mucho con el amarillo, uso distintas tonalidades; en las anteriores utilizaba colores fuertes, como el azul o el rojo. Yo, quizás, me diferencio de otros artistas en la utilización del color.

–En marzo acudió a Mundart en el Ateneo de Madrid. ¿Las ferias de arte siguen siendo el mejor escaparate y canal de venta de la producción artística?

–Sí, pero ahora el mercado del arte se está transformando y se está convirtiendo en algo muy elitista. En las grandes ciudades han abierto galerías de lujo con obras de altísimo precio y guardas de seguridad a raíz de la llegada de gente muy rica. Son galerías que se dedican al arte de inversión y éstas conviven con las de toda la vida, las galerías de artistas de carrera media. Yo soy mucho más romántica porque creo que un artista pinta porque lo ha elegido, porque es una aventura de vida y una necesidad para vivir, aunque todos procuramos vender y ascender peldaños en el mundo del arte.

Publicidad

–¿Por qué decidió abandonar su faceta de galerista?

–No es que la abandonara, es que ahora vivo sólo para la pintura y no tengo que estar pendiente de nadie. Yo me organizo pintando, que es lo que he hecho toda mi vida desde que tenía quince años. Ser galerista se me daba bien y me gustaba, pero me quitaba mucho tiempo para crear. Siendo galerista me di cuenta de que a la gente de Palencia le gusta el arte, es una tradición. Palencia es amante del arte, quizás mucho más que otras ciudades con más población. Yo reivindico Palencia como ciudad residente para los artistas porque en ella se tienen menos necesidades y se puede vivir de la pintura mucho mejor que en otras más caras, aunque es cierto que para vender obra hay que promocionarse en grandes ciudades o internacionalizarse. Palencia es un lugar excelente para crear, pero creo que falta apoyo de profesionales para exportar la obra artística. La cultura es un valor importante hoy y mañana y hay que cuidarla siempre. Conviene tener presente que los turistas vienen a Palencia atraídos por el legado que dejaron los artistas anteriores y que la producción artística actual será admirada por las generaciones venideras.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

0,99€ primer mes

Publicidad