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Las terrazas se han consolidado durante los primeros meses del año como el plato principal en cualquier bar o restaurante de Palencia. A fuerza de cierre y de repunte de contagios, en muchos casos éstas han desplazado al interior como lugar preferente para sentarse. Si ... en 2019 el Ayuntamiento había recibido 223 peticiones de terraza –tal y como señala la concejala de Tráfico, Carolina Gómez–, en julio de 2020 las demandas habían crecido hasta 336, y se espera que durante este ciclo anual se supere el número. «Se le está dando la oportunidad a aquellos que, porque pensaron que esto iba para unos meses, no solicitaron terraza el año pasado», apunta la concejala, que destaca la buena disposición del Ayuntamiento y que «todas las solicitudes se están revisando caso por caso».
Tras el estado de alarma, el Consistorio habilitó algunas zonas como terrazas 'extra', entre ellas aparcamientos de la ORA, y ahora se reedita esta medida, aunque supone una reducción de ingresos para el Ayuntamiento. El uso también de zonas verdes o de tramos de calzada permite que bares sin terraza puedan tenerla, que las mesas estén más separadas o que las terrazas tengan mayor capacidad. Siempre en agrupaciones de un máximo de seis personas y con las medidas de seguridad anticovid, recuerda Gómez.
A pesar de ello, el vicepresidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería, Félix San José, habla de un sector que sigue al límite. Tras el compromiso del vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, de no cerrar la hostelería en plena Semana Santa, la «angustia» ha remitido, pero solo en parte, puesto que a partir de este martes se endurecerán de nuevo las medidas. San José afirma que solo en Palencia ha contado 24 ceses de actividad en lo que va de año.
«Todo lo que se pueda facturar gracias a las terrazas siempre será bueno, la gente sigue teniendo miedo a los interiores», asegura Félix San José, no sin reconocer que no sabe si se «compensará» las personas que lleguen con las que se han ido fuera de la ciudad.
Durante 2020 se descontó a los hosteleros la parte correspondiente al impuesto de terrazas desde el 14 de marzo. Para este ejercicio anual, el pleno del Ayuntamiento de Palencia aprobó que se les descontase el dinero de «los periodos en los que forzosamente los establecimientos han estado cerrados, independientemente de que dieran servicio para llevar o no», concreta la edil Carolina Gómez, que remarca que tienen hasta el 15 de julio para pagar la tasa anual y que se les restará en la propia carta de pago.
Sin embargo, San José resalta que descontar día a día el tiempo que se ha cerrado resulta insuficiente, porque ha habido «mucha inversión en esas terrazas, y también se deben rentas, créditos o servicios». Lluvia o calefactores aparte, recuerda que con el toque de queda pisándole los talones a las cenas, el ocio nocturno fuera de juego y sin apenas comidas servidas en terraza, el hostelero «no ingresa suficiente» como para amortizar estas terrazas. El también propietario del bar Disco Center reitera que desde la asociación siguen asesorando a sus miembros, que de otro modo tendrían que contratar a una gestoría. «Necesitamos que las ayudas sean más fáciles y más rápidas, la burocracia y los requisitos para acceder a ellas son muy enrevesados y así no siempre acaban de llegar», denuncia.
Por de pronto, la concejala de Tráfico remacha que todas las medidas destinadas a «favorecer la actividad laboral» estarán vigentes hasta el 31 de diciembre. «Yo me pongo en la piel del que no puede poner la terraza o de aquel para el que no es suficiente, pero ¿cómo se ayuda mejor a la gente que facilitándoles el trabajo?», plantea Gómez, que añade que la norma se flexibilizará y que las terrazas 'extra' o el descuento de tasas podrían prorrogarse más allá de fin de año, hasta llegar a la «completa normalidad». Es decir, hasta recuperar el cien por cien de los aforos y lograr una vuelta a los horarios habituales, que permitían abrir hasta las 2:00 horas entre semana y hasta las 2:30 horas durante fines de semana y festivos, frente al actual toque de queda, que limita su horario a las 22:00 horas.
Mientras tanto, Gómez pide «prudencia» en la adversidad y advierte que la Junta «está tramitando y cobrando sanciones» a los particulares que incumplen, pero que también podría multar a un establecimiento si observa que en él el incumplimiento es «reiterado».
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